A partir de la presente colaboración se identifican las áreas que urgen ser atendidas y se propone al civismo ambiental como una poderosa herramienta que podemos utilizar a nuestro favor y en contra de la sindemia crónica.
1. Lo primero que se requiere es que la Segam establezca un consejo ambiental metropolitano. Los problemas traspasan los límites municipales. Este consejo estaría formado por industriales, agricultores, académicos, sociedad civil y autoridades. Sería una voz autorizada para plantear alternativas ambientales en los esquemas de desarrollo social de la zona metropolitana de SLP (ZMSLP).
2. MONITOREO DE LA CALIDAD DEL AIRE. Los datos de la actual red de monitoreo de aire no son los adecuados para poder definir el nivel de riesgo en salud. Además, el número de estaciones es insuficiente y su localización ya no responde al crecimiento de la ciudad. Finalmente, las estaciones solamente monitorean los contaminantes que se establecen en normas, pero en la ZMZLP. además de estos hay que monitorear al menos, los niveles de plomo y de hidrocarburos aromáticos policíclicos. Un ejemplo de un monitoreo adecuado ya se dio en la ciudad de SLP, cuando se atendió el problema de la antigua fundición de cobre de IMSSA. Entonces se colocaron siete estaciones en su periferia y, además, se monitorearon varios metales en adición a los contaminantes criterio. ¿Sabe usted cuántas estaciones checan el impacto sobre la calidad del aire de las 300 empresas de la zona industrial? ninguna. Solución: se requieren más y mejores estaciones de monitoreo y se necesita instrumentar un monitoreo extendido (no solamente los contaminantes criterio). Obvio, es indispensable contar con un presupuesto adecuado y sostenible (el monitoreo debe ser al menos cada 72 horas, todas las semanas, todos los años), para lo cual proponemos dos caminos: i) que en lugar de impuesto ecológico los empresarios de la zona industrial coloquen seis estaciones en la periferia de las 300 industrias; además, que cubran el mantenimiento y que la información de la red de monitoreo esté a libre disposición del consejo ambiental metropolitano (esto fue lo que ya se hizo en SLP con IMMSA); y, ii) que inicie el monitoreo vehicular a fin de contar con unidades menos contaminantes, pero además, que los recursos que se obtengan sirvan para establecer seis estaciones modernas para el monitoreo de la zona metropolitana en su área urbana.
3. MONITOREO DE MICROPLÁSTICOS. Los microplásticos por su tamaño pueden entrar y distribuirse por todo el organismo. Son tóxicos por su tamaño, su forma y su composición. Han sido relacionados con múltiples enfermedades, dado que hay más de 10 mil químicos que se utilizan para su síntesis y comercialización. En la ZMSLP existen múltiples fuentes de contaminación por microplásticos, pero tres son las que más nos preocupan. i) en toda la metrópoli cuando menos hay seis depósitos no controlados de residuos sólidos (industriales, urbanos o electrónicos), en los cuales, además, la conducta es incinerar para reducir volumen. Esto no es grave sino gravísimo debido al tipo de contaminantes que pueden estar generándose por dicha práctica, microplásticos entre ellos. ii) Solamente este año se han reportado seis incendios en empresas que almacenan plásticos y los humos de dichos eventos han viajado a la zona urbana. iii) Las ladrilleras al quemar plásticos y llantas generan múltiples tóxicos, entre ellos microplásticos. Se necesita entonces un monitoreo en aire, agua y suelo. La UASLP tiene laboratorios capacitados para ello.
4. La próxima semana continuaremos, como ven, esto no es sencillo.