Cada uno de nosotros es mezcla de rasgos heredados de nuestra madre y de nuestro padre, que configuran no solo la apariencia física, sino ciertos comportamientos y predisposiciones.
Para ello nos adentramos en la genética, en las características menos conocidas que se transmiten de generación en generación, revelando conexiones inesperadas con nuestros antepasados.
COMPRENDIENDO LA HERENCIA GENÉTICA
Más allá de saber que el color del cabello o de ojos lo hemos heredado de nuestros padres, la mecánica de la transmisión genética es más compleja. ¿Cómo funciona la transmisión genética? En el centro está nuestro ADN, el plano molecular que marca el desarrollo y la función de los organismos vivos. Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas, de los que heredamos un juego de cada progenitor (cada par de cromosomas contiene un cromosoma de la madre y uno del padre).
Científicos descubrieron los cromosomas en el s. XIX, cuando observaban células a través de microscopios ópticos. Y cada cromosoma tiene genes, que son codificadores de instrucciones para construir proteínas e influir en rasgos que luego tenemos cuando nacemos. ¿Y qué rasgos heredamos por genética?
PROBLEMAS OCULARES
La miopía suele ser hereditaria. Al igual que el daltonismo, ligado al cromosoma X. Los varones se ven especialmente afectados, pues no tienen otro cromosoma X para contrarrestar. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen uno X y uno Y. Muchos rasgos vinculados al cromosoma X se heredan de la madre.
INTELIGENCIA
Si bien no existe un único “gen de la inteligencia”, y el mito de que se hereda de la madre es habitual, lo cierto es que los genes que forman la inteligencia se diseminan a lo largo de todo nuestro ADN y no pesa más la madre que el padre.
RIESGO DE CÁNCER
Por desgracia, los genes de susceptibilidad al cáncer son genes dominantes y se pueden heredar tanto del padre como de la madre. El problema es que puedes heredar el gen del cáncer de ovario de tu padre, así como el gen del cáncer de mama, ya que no necesitas tener el órgano para tener el gen.
PREDISPOSICIÓN A LAS ADICCIONES
Los factores genéticos pueden influir en la susceptibilidad de un individuo a las adicciones. Todo tiene que ver con las variaciones en los genes relacionados con los sistemas de neurotransmisores que pueden afectar a la forma en que se perciben ciertas sustancias, lo que, a su vez, repercute en la probabilidad de desarrollar conductas adictivas.
