Mi infancia estuvo rodeada de cocinas, estufas, mesas, restaurantes y mucha comida que, remontaba a varios lugares del mundo. Quizás uno de los únicos espacios en los que se podía respirar un ánimo de paz en casa de mis padres era la mesa, ya que, al comer, nadie molestaba a nadie.
En el afán de probar y viviendo en una ciudad como lo es la capital de nuestro país, las opciones son variadas y muy precisas en acuñar el sabor de las tradiciones originarias, pero con ese toque nacional. Esas pruebas nos llevaban desde los primeros restaurantes japoneses y tailandeses en México, hasta los tradicionales españoles y mexicanos, ancestrales; pero no podemos olvidar otra cocina que ya tiene siglos en nuestro país y me refiero en específico a la comida china.
En mi exploración de excelentes lugares, me topé hace 8 años con una de las mejores experiencias en la capital del estado. Hablo del “Sam’s”. Sam Lam, su propietario, mantiene la tradición por complacer paladares de verdad conocedores. Justo abalado por cocineros chinos que transmitieron sus conocimientos a los locales entrenándolos efectivamente; el Chef Jesús Juárez y Don Delfino Ruiz son quienes recibieron sendas enseñanzas.
Podemos iniciar picando deliciosas cebollas en julianas con sus chiles toreados y marinadas en salsa de soya, pero como buen restaurante chino, debemos pedir el platillo al centro para compartir en estas bandejas con tapa y pedestal de acero que sin duda nos hace sentir en un restaurante de antaño.
En la orden al menos debemos probar 5 platos, en mi caso y casi de manera premeditada pido mis favoritos; el perfecto e imprescindible arroz frito Chow Fan Sam’s con camarones, res y pollo, su huevo frito y salsa de soja, el pollo almendrado con sus brotes de bambú, jícama, castañas de agua, champiñones en una deliciosa salsa gravy de soya. Cerdo agridule, carne de cerdo pasada por harina seguro con algún ingrediente secreto que no me fue conferido, sus verduras encurtidas como lo son pepinos, piña, zanahorias, rábanos y esa maravilla de salsa con mucha fuerza, pero bien equilibrada. El bendecido chop Suey Sam’s de germen de soya y sus verduras, preparado al wok, crocante, jugoso, profundo y muy tradicional. Res cantonesa; finas láminas de res con pimientos en salsa de ostión y frijolillo negro chino, umami en su máxima expresión.
Sam’s es uno de los mejores de SLP, quizás no conocido por muchos de los locales o no considerado en sus lugares para repetir cada mes. En estos sus 50 años, no se olviden de regresar a disfrutar de los platillos de los recuerdos de nuestra infancia y heredemos estos sabores de antaño a las nuevas generaciones. Jóvenes, anímense a probar y postear en sus redes este grandioso lugar en donde pueden saciar sus enormes apetitos por un buen precio.
