Dentro del grupo de frutos secos que favorecen una alimentación equilibrada, las almendras destacan por sus múltiples propiedades nutricionales. Esta semilla, cubierta por una fina piel rugosa de tonalidad café, es ampliamente utilizada en la gastronomía, desde postres y guisos hasta bebidas.
Las almendras son un alimento altamente nutritivo. Sus beneficios abarcan prácticamente todo el organismo, impactando de manera positiva en la salud ósea, la piel, el sistema cardiovascular y el cerebro.
UNA FUENTE DE NUTRIENTES ESENCIALES
Ricas en grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales, las almendras contribuyen al fortalecimiento de los huesos gracias a su alto contenido de calcio y magnesio. Además, su aporte de antioxidantes y vitamina E favorece la regeneración celular y protege la piel del envejecimiento prematuro.
SALUD CARDIOVASCULAR Y COGNITIVA
El consumo regular de almendras ha sido relacionado con la reducción del colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, lo que contribuye a mantener un corazón saludable. Por otro lado, su contenido de ácidos grasos esenciales y compuestos bioactivos favorece la función cerebral, mejorando la memoria y la concentración.
Gracias a su versatilidad y valor nutricional, las almendras se consolidan como un aliado fundamental en una dieta equilibrada, aportando beneficios que van desde la piel hasta el bienestar general del organismo.