El creciente ingreso de tiendas y productos de origen asiático en San Luis Potosí está generando una crisis para el comercio local, advirtió Luis Issac Rojas Montes, catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), e hizo un llamado a los tres niveles de gobierno a implementar medidas urgentes que frenen la entrada masiva de mercancías extranjeras de baja calidad, que afectan directamente a la economía local y al sustento de miles de familias potosinas.
Rojas Montes destacó que el problema se concentra, principalmente, en el primer cuadro de la ciudad, donde los comercios tradicionales enfrentan dificultades por los bajos precios de los productos asiáticos, que comprometen la calidad y durabilidad. Además, la renta de inmuebles en ubicaciones privilegiadas por parte de empresas asiáticas deja a los comerciantes locales en desventaja, lo que ha derivado en la pérdida de empleos y en la afectación de sectores como el de los artesanos.
“Este fenómeno golpea la economía local y pone en desventaja al comerciante tradicional, así como a los artesanos que ofrecen productos de alta calidad y valor cultural. No pueden competir con precios bajos de mercancías desechables”, explicó.
El académico subrayó que las microempresas locales, muchas de ellas lideradas por mujeres, generan hasta 20 empleos por unidad y enfrentan serios riesgos ante el avance de este comercio extranjero.
Pese a las denuncias realizadas por comerciantes y organizaciones locales, tanto el gobierno municipal como el estatal han mostrado poca disposición para atender el problema, señaló Rojas Montes. “Se necesita una acción urgente y coordinada de los tres niveles de gobierno para contener esta avalancha de productos asiáticos. Es esencial garantizar una competencia más justa que priorice la economía local y el bienestar de las familias potosinas”, afirmó.
Entre las medidas propuestas por el académico para enfrentar este desafío destacan, implementar aranceles más estrictos, controlar la calidad de los productos extranjeros y que cumplan con estándares que beneficien al consumidor mexicano, y fomentar el crecimiento de micro y pequeñas empresas locales con políticas que fortalezcan a las empresas, especialmente las lideradas por mujeres.