Fin de semana de conocer nuevos lugares. El primero es el Napoletano, del grupo Fork, situado en la calle de Hermenegildo Galeana 443 en el Centro Histórico, justo enfrente del museo regional Potosino.
El edificio y la remodelación que hicieron del espacio es preciosa, realmente las expectativas son altas cuando tienen un lugar tan hermoso, sin embargo, no lo fue la comida, si bien es cierto, los restaurantes Fork siempre han sido garantía para el desayuno, el Napoletano me quedó a deber, considero que tiene una carta bien equilibrada y con la cantidad justa de platillos, no es demasiado corta, pero tampoco es uno de esos menús que parecen un tomo de la enciclopedia Salvat.
De entrada, pedimos unos mejillones al vino blanco con chorizo, los cuales vienen salseados con estos ingredientes y con un adicional de crema, lo cual hace que el plato pierda la sutileza del vino y lo saladito del chorizo amalgamando el sabor en una salsa bastante plana.
Posteriormente, y considerando que Napoletano enaltece las pizzas como su especialidad, pedimos dos pizzas. Una marinara, preparada con salsa de tomate, queso parmesano, orégano seco, finas láminas de ajo, albahaca fresca un chorrete de aceite de oliva, pero la realidad es que le faltó evolucionar más a la masa, ya que la pizza estaba muy plana, no como las pizzas napolitanas que siempre hacen estas burbujas en su costra al inflar la masa en el horno. Mis hijos, por su parte, ordenaron la pizza de chorizo italiano, que es un embutido muy parecido al chorizo argentino. La verdad estaba muy sin chiste.
De plato fuerte me pedí una carbonara que estaba bien, la realidad es que sí, le pongo un 8.5 y me llamó la atención, pues venía a parte de su tradicional salsa con yema de huevo y guanciale, con un portobello baby, rica. Mi hija pidió una lasaña boloñesa que la verdad no solo no llenó sus expectativas, sino que por el contrario no sabía buena. También pedimos un robalo en salsa de mantequilla, vino blanco y cítricos, acompañado de zetas salteadas y un puré de papa, lamentablemente el pescado estaba sobre cocido.
Pues sí, la experiencia no fue buena, al punto de ni siquiera pedir postre o café. En la calificación general le podría un 7. Sin lugar a dudas, Fork irá enmendado estas fallas y hará de Napoletano un gran lugar. El servicio es bueno y en cuanto al precio oscila alrededor de los 700 pesos por persona con una bebida.
BOSTONIA PANADERÍA
Por otro lado, el domingo fuimos a desayunar a Bostonia Panadería, ubicado en Cordillera de los Alpes en la colonia Loma Verde, a un costado de Buba’s. Este lugar si bien es una panadería, tiene otros platillos para desayunar. El café es una delicia y ese día tenía un chocolatín, que, además de estar relleno de chocolate, por supuesto, tenía una crema pastelera de café que hizo de ese bocado una maravillosa delicia.
El menú tiene huevos al gusto y machacado con huevo que estaba muy bueno, yo pedí unas migas suizas que son huevos revueltos con tortilla y una salsa verde como la de las enchiladas suizas, precisamente. También ordenamos una baguette de pavo en un pan espectacular.
Grupo Buba’s se esmera por lograr sabores tradicionales en sus pizzas y panaderías, supervisados por su propietario, quien evidencia la pasión por hacer las cosas bien. El servicio me parece que fue un poco desordenado, si bien tienen muchos meseros, no había enfoque por parte de algunos a sus mesas teniendo que levantar la mano para solicitar inclusive que retiraran los platos.
El costo promedio por persona es de 250 pesos con un pan, un plato fuerte y una bebida. Un lugar que deben visitar y en donde deben comprar uno de los mejores panes que tenemos en la ciudad. A la experiencia general yo le podría un 9.5.
Sin más, buen provecho.