San Luis Potosí, S. L. P. México
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Sección: Vida
Umikumo, una delicia japonesa
26/01/25 | 13:31 | Por: Ferran Ferrer
El pequeño restaurante ofrece lo mejor de la gastronomía nipona, con productos frescos y con muy buen sabor.

Si bien en San Luis Potosí, el restaurante de comida japonesa más conocido y de los primeros fue el Michiko, del cual ya haré una reseña, el primer Omakase (ponerme en sus manos) y barra de sushi tradicional en la ciudad fue el Umikumo. 

Nubes marinas, como podría ser su traducción al español, se encuentra ubicado en la torre y plaza comercial llamada Zona Uno, que está en Av. Venustiano Carranza 2495 en la colonia Lomas de los filtros. Un pequeño gran lugar que cuenta con 6 mesas y 9 lugares en la barra, sin bien es reducido, no necesita de miles de comensales para ser reconocido como uno de los mejores. Es real que dejé de ir por algún tiempo, pues la pesca y productos en general, dejaron de ser totalmente frescos y cuando hablamos de pescados crudos, no se puede escatimar en la frescura. 

El menú mantiene una buena parte de platillos tradicionales, pero con un ligero toque innovador, sin embargo, no puedo describirlo como un lugar totalmente apegado a los cánones estrictos de la gastronomía japonesa, tienen una tendencia californiana, pero con un sabor acentuado a nuestro paladar, lleno de umami. En el menú y para lo que fue concebido el lugar, nos ofrece dos omakases, uno de ellos de 950 pesos que incluye 2 entradas, 8 nigiris prime, un cono y un postre, o la segunda opción de 1,390 pesos que incluye 3 entradas, 12 nigiris prime, 2 conos y un postre. En mi caso y tratando de ser prudente, pedí el omakase B o pequeño, mis hijos pidieron unos rollos, así como un arroz frito. 

En el detalle del omakase y para el cual me quiero enfocar, me sirvieron de primer tiempo, un maguro tataki, el cual lleva atún flameado solo por fuera, amaranto inflado, una cama de algas y vinagreta de cebolla en gelatina. Después vino una Sarada o ensalada con fideos de arroz, algas, jengibre, kanikama y una vinagreta de arroz. Seguí con una sopita, una sumashi con kamaboko, champiñones frescos, unos trozos de lubina, udon y un mix de verduras; debo aclarar, que hasta este momento todo me había parecido muy bueno y las porciones para nada pequeñas, son porciones que están muy por encima de los tradicionales estándares de otros lugares. 

Continué con un arroz frito que, en verdad, como plato solitario es un éxito total, si solo tienes antojo de un yakimeshi, ve a Umikumo y pídelo; cabe señalar que entrar con platos calientes es poco ortodoxo en la comida japonesa, sobre todo la sopa que en Japón se sirve mayormente al final. Continuamos con los nigiris, 8 bocados que me tenían en ascuas, porque no habían sido buenos en mi ultima visita, así que empezamos por los blancos, un kampachi excelente. Continuamos con la lubina de ensenada con yuzukosho, ese aderezo hecho con pimienta japonesa, cascara del cítrico yuzu y sal con una ligera fermentación. Akami con tobiko negro y algo de daikon o nabo encurtido. Proseguí con otoro flameado con un toque de limón verde y eureka, realmente bueno. Salmón de Canadá con un poco de fois y salsa de la casa, Hamachi con un botón minúsculo de chamoy. Camarón con soya. Kamaboko flameado y del cual, sí quiero aclarar que a pesar de que el sabor era muy bueno, es un producto que no debería ser utilizado por los restaurantes de alta gama, ya que es un producto que no es cangrejo y que solo demerita el nivel de productos utilizados, señores propietarios de omakases de alta calidad, usen langosta, o cangrejo real o centollo. 

Finalmente, para este delicioso festín, un nigiri muy especial, shiitake en tempura, muy lindo en presentación y excelente en sabor. De penúltimo un cono de spicy tuna y de postre un brownie de chocolate muy resultón. 

Finalmente llegó la cuenta y resultó en un precio muy adecuado para tres personas sin exceder de los 2,000 pesos, esto con bebidas no alcohólicas. Es servicio excelente y su capitán de meseros siempre dispuesto a resolver cualquier demanda de sus clientes. En resumen, la experiencia y el regreso al lugar, en verdad fue muy gratificante; seguirá en mi top de japos de San Luis. Muy buen provecho. No se olviden de reservar al 444 370 0191.

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