LAS PRIMERAS CELEBRACIONES EN EL PACÍFICO
Auckland, en Nueva Zelanda, fue la primera gran ciudad en recibir el Año Nuevo 2025. Miles de personas se congregaron en el centro de la ciudad y en los picos volcánicos cercanos para admirar los espectaculares fuegos artificiales. En esta región del Pacífico, donde la medianoche llega 18 horas antes de la celebración en Times Square, las festividades son un reflejo del entusiasmo por despedir el año pasado.
En contraste, Samoa Americana cerrará el ciclo global de celebraciones 24 horas después de Nueva Zelanda, marcando el último rincón del planeta en recibir el nuevo año.
SYDNEY: UNA CELEBRACIÓN MULTICULTURAL Y MASIVA
La ciudad australiana de Sydney congregó a más de un millón de personas en su emblemático puerto para disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde el famoso puente y la bahía. La celebración, encabezada por el astro británico del pop Robbie Williams, incluyó un emotivo canto colectivo, mientras las ceremonias indígenas recordaron la rica herencia cultural del país.
ASIA: EL INICIO DEL AÑO DE LA SERPIENTE
En Japón, el Año Nuevo marca el inicio del Año de la Serpiente, símbolo de renacimiento según el zodiaco asiático. Tiendas y hogares fueron decorados con figuras de serpientes sonrientes, mientras que templos llevaron a cabo rituales de limpieza profunda.
Sin embargo, no todas las celebraciones fueron alegres en la región. En Corea del Sur, las festividades se redujeron en respeto a un período de luto nacional tras el reciente desastre aéreo que dejó 179 muertos. En Yakarta, Indonesia, un impresionante espectáculo de fuegos artificiales y 800 drones animaron las celebraciones, mientras que en Bangkok, Tailandia, los centros comerciales compitieron con conciertos y la esperada actuación de Lisa, miembro del grupo surcoreano Blackpink.
LOS CONFLICTOS ENSOMBRECEN EL AÑO NUEVO EN ORIENTE MEDIO
En lugares como Gaza, Líbano y Siria, la llegada del 2025 estuvo marcada por conflictos y crisis. En Israel, la guerra con Hamás y la situación de los rehenes cautivos limitaron los festejos. En el Líbano, la crisis económica y los daños de conflictos pasados dejaron poco margen para las celebraciones, mientras que en Siria, las expectativas para el nuevo año oscilan entre la esperanza y la incertidumbre tras la caída del régimen de Bashar al-Assad.
En contraste, Dubái ofreció un espectáculo de fuegos artificiales en el Burj Khalifa, atrayendo a miles de personas para observar el emblemático show del rascacielos más alto del mundo.
