Este sábado, Cuba enfrentó un apagón total que dejó al país completamente a oscuras, tras el colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) luego de un intento de recuperación que había comenzado el día anterior. Este fallo fue consecuencia de una avería en la central termoeléctrica de Guiteras, una de las principales generadoras del país, lo que llevó a un evento de "cero cobertura energética nacional".
A las 6:15 AM, la estatal Unión Eléctrica (UNE) informó a través de redes sociales sobre la desconexión total del SEN, anunciando que se estaba trabajando para restablecer el servicio. Aunque se habían logrado algunos avances en la reenergización de ciertas áreas, la nueva desconexión frustró los esfuerzos de reconexión y restablecimiento.
La crisis energética en Cuba se había intensificado en las últimas semanas, con el dictador Miguel Díaz-Canel declarando previamente un estado de "emergencia energética". Las tasas de afectación habían alcanzado el 50% en días recientes, lo que llevó al régimen a paralizar toda actividad laboral estatal no esencial, desde la agenda de los ministros hasta las escuelas.
Díaz-Canel enfatizó que "no habrá descanso" hasta que se restablezca el servicio eléctrico en la isla, y describió la situación como "tensa" y "compleja". La precariedad del SEN se debe a un déficit de combustibles, consecuencia de la falta de divisas para importarlos, así como a las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, muchas de las cuales tienen más de cuarenta años en funcionamiento y carecen de inversiones adecuadas.
Los apagones han sido una constante en los últimos años, pero la situación ha empeorado desde finales de agosto, alcanzando niveles críticos similares a los peores momentos de la crisis eléctrica en 2021 y 2022. En respuesta a la falta de capacidad de generación, el régimen cubano ha recurrido al alquiler de centrales eléctricas flotantes en un intento de mitigar la crisis.