Evidentemente, Gallardo Cardona no puede llamarlos al orden o dar un manotazo sobre la mesa desde el momento en que él ha montado una abierta campaña de promoción de la imagen de su esposa y presidenta del DIF en el estado, la senadora Ruth González Silva, punta de lanza de su proyecto encaminado a lograr la permanencia del gallardismo en el gobierno del estado. Su rostro se aprecia sonriente en grandes espectaculares ubicados sobre algunas de las vialidades rápidas de la ciudad, además de que, en la distribución de los beneficios de sus programas asistenciales, ante los beneficiarios la hace aparecer como la gestora de las entregas con lo que, indudablemente le acarrea enormes cantidades de simpatizantes con todo y que algunas veces haya negado que esa es la intención.
Otra figura con un gran potencial para ganar la gubernatura en el 2027, es el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, quien, con su reelección confirmó la fuerte presencia que tiene entre los potosinos.
No obstante, EGC no ha dejado de ampliar su, de por sí, sólida base social mediante hábiles acciones que le permiten mantener cercanía con la gente, como el programa Domingo de Pilas y Días de Talacha, en los que, sin necesidad de solicitar ni hablar de la contienda electoral que tendrá lugar dentro de 3 años, con su estilo bonachón, estrecha su contacto con los potosinos, amén de que ha dejado que lo hecho en su primer trienio como el programa de Vialidades Potosinas, con el que modernizó y rehabilitó decenas de calles y avenidas de la ciudad que permanecían en el abandono, a lo que sumó el cumplimiento de su compromiso de bachear y mejorar más de un millón de metros cuadrados de todos los rumbos de la mancha urbana.
Otro aspecto que le favoreció recientemente, es que, tras su expulsión amañada del PRI, que está en vías de impugnar para echarla al suelo, se puso de manifiesto el gran valor que le asignan los demás partidos, que de inmediato se apresuraron a invitarlo a que se sume a sus filas, incluyendo Morena y aún el PVEM, que disimuladamente le echó el anzuelo como también lo hizo Movimiento Ciudadano, además de que en el PAN siempre le han dicho que cuenta con su apoyo.
Por otra parte, está un personaje que ha venido a complicar el proceso tanto por las acusaciones que le han hecho como por sus bravuconerías, como ha sido el huasteco Gerardo Sánchez Zumaya, quien extrañamente parece tener la anuencia de algunos personajes con poder dentro de la 4T.
En este escenario por el bando panista la senadora y presidenta estatal reelecta del partido Verónica Rodríguez ya alzó la mano para ser la abanderada en el 27 por aquello de que no se concrete una alianza en respaldo de EGC.
Igualmente, por si es necesario echar mano de un emergente, está más que puesto el secretario general de gobierno Guadalupe Torres Sánchez, cuyo control político del estado lo lleva en un puño.
Por si todo esto no fuera suficiente, hasta la repudiada por sus antecesores y militantes que quedan, la presidenta del PRI en la entidad, Sara Rocha Medina, salió con su ridículo “me encantaría ser candidata a la gubernatura”, que no hizo más que provocar carcajadas de muchos que saben quién es como política. El tema es que todos ya andan haciendo su luchita en este proceso de sucesión adelantado.