Como está plenamente documentado se han llevado a cabo elecciones de integrantes del Congreso del Estado en las que el nivel de abstencionismo electoral ha pasado del 60 por ciento lo que se entiende por el acentuado desprestigio que cargan merecidamente los legisladores por su gris desempeño que, con el paso de las legislaturas, cada vez alcanza mayores niveles de incapacidad y porque, raramente, los partidos han postulado personajes destacados que aseguren el intento de una buena participación legislativa como ha ocurrido hasta a la actual legislatura.
Con la elección de jueces y magistrados está a punto de pasar algo semejante, toda vez que los candidatos a los 87 cargos del poder judicial potosino que estarán en disputa en junio, en su mayoría, son desconocidos para los ciudadanos que podrán votar y que si llegaron a ser considerados candidatos fue porque pertenecían a grupos de funcionarios y despachos de abogados que pudieron influir para que fueran seleccionados como elegibles.
Y, como ya se anticipa, para los que se aventuren a acudir a emitir su voto puede convertirse en un auténtico suplicio pues, para empezar las boletas en las que aparecerán las fotografías y nombres de los candidatos serán más o menos del tamaño de un cartoncillo de papel manila en el que tendrán que buscar el nombre del que quieran favorecer, así como el cargo que buscan lo que, de entrada, ya será un paso engorroso.
Igualmente, al desconocer su procedencia, los votantes no podrán valorar el interés que les provocan además de que en la mayoría de los casos no estará claro cómo pueden ser los más aceptables, y peor, porque seguramente se encontrarán con que casi todos son para ellos unos auténticos desconocidos lo que aumentará el desinterés por participar.
La impresión de un agudo desprecio o desdén a las elecciones de jueces y magistrados también lo refleja la evidente falta de entusiasmo de la gente para comentar sobre el tema, y no son pocos los que anticipan su inasistencia a las urnas como ha pasado cuando se trataba de elegir diputados locales.
Así entonces que nadie se diga sorprendido si estas elecciones resultan un verdadero fracaso como ya se augura en muchos espacios y, porque como está la justicia y la impunidad en México, pocos creen que la situación pueda variar con el cambio de juzgadores.
COMERCIOS CONTAMINAN LAGO DEL TANGAMANGA
Luego de la contaminación registrada en el lago mayor del parque Tangamanga 1 una buena investigación arrojó que el daño al cuerpo de agua no provenía del paso a desnivel de Himalaya como mandaron declarar a la titular de la Seduvop, Leticia Vargas Tinajero, sino que tiene su origen en las descargas de aguas residuales que producen los grandes centros comerciales que están en las inmediaciones del parque. Según un estudio elaborado al respecto dichos negocios instalaron una pequeña planta tratadora para procesar sus aguas grises, pero las negras se van directo al drenaje que escurre hasta el lago del parque, que, para despistar, calificaron como drenaje sanitario sin percatarse del daño ecológico ocasionado lo que debe ameritar una intervención enérgica para meter al orden y frenar los perjuicios al cuerpo de agua del Tangamanga… Por cierto, en tono irónico un legislador local comentaba, en tono mordaz, que no tarda en salir su colega Gámez Macías a declarar que Enrique Galindo es el culpable de los eclipses lunares que tendrán lugar este año como buen monito de teatro guiñol con la ambición de que lo tomen en cuenta para algo el 2027… Si la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que la presa El Realito ya se pagó y “requetepagó” puede iniciarse la cancelación de los contratos que obliga a pagar cantidades millonarias mensualmente a los concesionarios por un servicio que falla cotidianamente.