Por ejemplo, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona tiene como principal reto sostener la intensa promoción de la imagen de su esposa y senadora Ruth González, punta de lanza de su proyecto político para ganar las elecciones gubernamentales del 2027 y que de esa manera se asegure la permanencia del gallardismo en el poder estatal, aunque también buscará mantenerse al frente de las encuestas como uno de los mejores gobernadores del país y de esa forma la presidenta Claudia Sheinbaum lo respalde en sus promesas de obras como el tren a Laredo, el aeropuerto de Tamuín y que lo refaccione financieramente para poder contratar grandes artistas internacionales para presentarlos en su arena Potosí y dejen de criticarlo por considerarla un dispendio innecesario.
A su vez, el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos tiene como reto central para este nuevo año no dejar de ser visto como uno de los aspirantes más fuertes a ganar las elecciones por el gobierno del estado, que tendrán lugar dentro de dos años sin importar el partido que abandere y que los diversos institutos políticos sigan ofreciéndole sus siglas para esos comicios.
Por otra parte, Galindo tiene como propósito fundamental que la infraestructura hidráulica que ha construido respalde sus expresiones en cuanto a que el abasto de agua a la ciudad ya no dependerá del líquido que se bombea de la presa El Realito, así como encontrar la forma de allegarse recursos económicos para no perder el ritmo de construcción de obras obligado por el apretón económico que le dio el Congreso del Estado al castigar su propuesta de ley de ingresos.
En tanto el secretario general de gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, tiene entre sus retos mantenerse como la carta emergente de la que puede echar mano RGC en caso de que no cuajen como espera, sus proyectos de candidatos gubernamentales del PVEM para el 2027.
Por lo que toca a otros personajes como la senadora y presidenta estatal del PAN, Verónica Rodríguez, su reto será el de zafarse del dominio de Xavier Azuara y demostrar que las decisiones y control del partido son de ella.
En tanto, la igualmente presidenta del PRI en el estado, Sara Rocha Medina, su reto será convencer a “Alito” Moreno de que son meros chismes los señalamientos de que su ineptitud para manejar el partido es la que ha ocasionado la desbandada de militantes, así como que el tricolor entre en agonía en SLP a efecto de que le permita seguir teniendo al partido como su negocio particular.
Por su lado el diputado y presidente de la Jucopo del Congreso del Estado, Héctor Serrano Cortés, según contaron a esta columna, tiene el propósito de encontrar la manera de evitar que las líneas que tiran a los legisladores desde la segunda oficina más importante del Palacio de Gobierno lo tengan en calidad de figura decorativa o figura de papel en el liderazgo de los legisladores lo que hace que los diputados les hagan más caso a las indicaciones procedentes de ese espacio.
Otros personajes como el huasteco empresario Gerardo Zumaya tiene el reto de tratar que las autoridades ya no hurguen en pendientes legales que le tienen a fin de continuar lanzando declaraciones punzantes contra RGC con la vista puesta en que los potosinos lo consideren como aspirante a participar en las elecciones del 2027.
Igualmente, la presidenta Claudia Sheinbaum tendrá como reto ineludible borrar de entre los mexicanos la impresión de que su antecesor Andrés Manuel López Obrador la dejó como su sucesora para que siga sus instrucciones y mantenerse como el poder tras el trono.
En otro contexto, el empresario inmobiliario Carlos “Chato” López Medina tiene el propósito de cerciorarse de que no hay activistas que impidan construir un fraccionamiento llamado Lomas del cerro de la Pepsi como le pasó en la sierra de San Miguelito.
