La incertidumbre generada por las amenazas arancelarias del expresidente estadounidense Donald Trump ha llevado a Mazda Motor Corporation a reevaluar su estrategia de inversión en México, según reveló Miguel Barbeyto, director de Mazda en el país. La compañía japonesa se encuentra en pausa mientras espera claridad sobre las políticas comerciales que podrían impactar gravemente su operación.
PLANTA EN GUANAJUATO, EN EL FOCO DE LAS DECISIONES
Mazda, que produce en su planta en Guanajuato modelos como el SUV crossover CX-30 y el sedán Mazda3, destina 70% de su producción a Estados Unidos. Las medidas arancelarias propuestas, que incluyen un incremento del 25% en los impuestos a productos mexicanos, complicarían la rentabilidad de esta exportación.
Según Barbeyto, la compañía está explorando un "plan B" para mantener operaciones viables en caso de que las amenazas se materialicen. Sin embargo, afirmó que la empresa aún confía en el Gobierno mexicano para negociar favorablemente en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
AMENAZAS QUE IMPACTAN A TODA LA INDUSTRIA
Mazda no es la única automotriz que se enfrenta a estas amenazas. Compañías como Tesla, Stellantis y BYD han señalado que también están reconsiderando sus inversiones en México, ante el riesgo de nuevas barreras comerciales.
El sector automotriz mexicano se ve especialmente vulnerable debido a la naturaleza globalizada de su producción. Miles de componentes cruzan fronteras múltiples antes de su ensamblaje final, lo que los aranceles podrían encarecer significativamente.
ESFUERZOS PARA MITIGAR EL IMPACTO
Ante esta situación, el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, convocó a líderes de la industria automotriz a una reunión para discutir posibles estrategias. Entre las solicitudes del Gobierno mexicano se incluye la sustitución de componentes chinos por piezas fabricadas en América del Norte, en un esfuerzo por fortalecer la integración regional del sector y reducir riesgos asociados a políticas externas.
Mazda, que produce alrededor de 210 mil vehículos anuales en México, está trabajando para cumplir con estas solicitudes. Sin embargo, Barbeyto destacó que sin garantías claras, nuevas inversiones en el país podrían no ser un buen negocio para la compañía.
ALTERNATIVAS EN ESTADOS UNIDOS
Tom Donnelly, jefe de Operaciones de Mazda en Estados Unidos, mencionó que la empresa considera utilizar la capacidad adicional de una planta conjunta con Toyota en Alabama para compensar importaciones desde México, si los aranceles son impuestos. Actualmente, la planta produce 80 mil unidades del CX-50 al año, pero podría expandirse hasta 150 mil vehículos anuales.
MÉXICO, UN MERCADO CLAVE A PESAR DE LA INCERTIDUMBRE
A pesar de los desafíos, Mazda mantiene su compromiso con el mercado mexicano, que representa el tercer destino más importante para la compañía a nivel global. Con una proyección de ventas de 100 mil unidades anuales, la empresa busca fortalecer su presencia, tanto en producción como en comercialización, dependiendo de la resolución de las tensiones comerciales.
Mientras tanto, el futuro de la industria automotriz mexicana se encuentra en la balanza, esperando que las negociaciones bilaterales ofrezcan un camino para garantizar su crecimiento en un entorno global cada vez más competitivo y proteccionista.