Pero ni en esos ámbitos ni en las otras esferas se escucha el nombre de ningún empresario situándose como alguien con posibilidades de contender por la gubernatura en los comicios que tendrán lugar en dos años.
La voz de los empresarios más destacados, hace unos años, normalmente se escuchaba como la representativa de la sociedad en su conjunto y, el que hablaba, iba labrando un sólido prestigio y una gran respetabilidad que, con el paso del tiempo provocaba que se le viera como una figura que podía ser elevado a gobernador por el aprecio que le tenía la gente. Aunque ninguno logró serlo, por lo menos anduvieron en la jugada, aunque sí hubo quienes de ellos estuvieron a un paso de ser candidatos gubernamentales principalmente en los tiempos del dorado priismo cuando no había riesgo de perder.
Por ejemplo, a lo largo de muchos años, el, en vida, poderoso empresario huasteco y ya finado Antonio Esper Bujaidar fue visto como alguien que podría ser candidato lo que don Toño nunca buscó en serio, pues él decía que le llamaba más la atención ser candidato a la alcaldía de su querido Ciudad Valles.
Luego allá a finales de la década de los 90, al término del periodo de Horacio Sánchez Unzueta, el reconocido empresario potosino Miguel Valladares García estuvo a un paso de ser el candidato del tricolor, pero las intromisiones del entonces dirigente nacional Roberto Madrazo en el proceso de designación del candidato inclinaron la balanza en favor de Fernando Silva Nieto, dejando sin oportunidad a Valladares.
Antes, en tiempos del profesor Carlos Jonguitud Barrios cuando el centro patronal era un reducto político importante había empresarios como don Ricardo Torres Arpi, que llegaron a confrontarlo lo que le valió a este ser visto en los espacios políticos como posible candidato a la gubernatura, aunque tampoco nunca se animó a intentar serlo.
Previo a la nominación de Juan Manuel Carreras como candidato a gobernador en el 2015, el empresario Juan Carlos Valladares fue involucrado como un fuerte aspirante, merced a su relación amistosa personal con el entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien inexplicablemente optó por designar a Carreras, que a la postre le ganó a Sonia Mendoza, quien compitió por el PAN.
Ahora, con la atención puesta en las elecciones gubernamentales del 2027, el único empresario que se maneja como aspirante a suceder a Ricardo Gallardo es el hoy diputado federal también miembro del clan Valladares, Juan Carlos Valladares Eichelmann, quien también se desempeñó como titular de la Sedeco con el actual gobierno y es considerado como uno de los políticos locales más carismáticos.
Valladares también tiene buena relación en las altas esferas del PVEM, dado que tiene una buena relación personal con sus actores más destacados, no de ahora sino desde hace varios años. Por ello, debe ser considerado como uno de los aspirantes más fuertes para las elecciones de gobernador del 2027.
Ciertamente, en el escenario local hay algunos integrantes del gremio empresarial con capacidad y aptitudes como para dar el salto a los primeros niveles de la política, entre los que se podría a incluir al exdirigente de la Concanaco Luis Antonio Mahabub, así como al alto directivo del equipo de futbol Atlético de San Luis, Jacobo Payán Espinosa, cuya trayectoria exitosa en los negocios habla de sus capacidades, heredadas, sin duda, de su señor padre recientemente fallecido don Jacobo Payán.
Es difícil que surjan más personajes del sector empresarial en los pocos años que restan para el 2027.