El sistema de pensiones del sector público enfrenta un alarmante incremento en sus costos, según un informe de la Dirección General de Pensiones del Estado (DGPE). En 2024, la erogación total ascendió a 3 mil 259 millones 718 mil 923 pesos, marcando un incremento del 127% en comparación con los mil 436 millones registrados en 2018. Este aumento responde tanto al crecimiento en el número de jubilados como al déficit estructural del sistema.
El año pasado, 4 mil 966 ex burócratas estatales recibieron en promedio anual 379 mil 981 pesos cada uno, lo que se tradujo en un gasto total de mil 886 millones 989 mil pesos. Este monto, financiado parcialmente por cuotas de trabajadores y aportaciones patronales, es insuficiente, lo que obliga al Estado a cubrir el déficit con recursos del presupuesto público.
Por su parte, el sector educativo también representa una carga significativa. Las pensiones de mil 516 maestros alcanzaron un costo de 470.8 millones de pesos, mientras que las correspondientes a mil 721 ex trabajadores de telesecundarias demandaron 799.3 millones de pesos.
El informe subraya que no existen fondos específicos para cubrir estos pagos, lo que incrementa la presión sobre las finanzas estatales. En el caso de los 235 prejubilados, el gasto fue de 86.2 millones de pesos, mientras que los pagos a los 16 trabajadores de la misma Dirección General de Pensiones sumaron 16.2 millones de pesos.
El director general de Pensiones del Estado, Arturo Coronado, señaló tres factores principales que agravan la crisis del sistema: aportaciones insuficientes, altos montos de pensión y jubilaciones tempranas, que generan compromisos a largo plazo para el sistema.