Aunque con algunos ajustes, la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum refleja similitudes con la implementada durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
“Es pronto para un diagnóstico definitivo, pero si las cosas siguen como en estos primeros tres meses de gobierno, la violencia continuará incrementándose en el país”, señaló en entrevista Javier Oliva Posada, experto en seguridad pública y académico de la UNAM.
El articulista de la revista Vértigo y El Sol de México aseguró que, en el gobierno obradorista, “no hubo una estrategia real, solo programas reactivos”.
Agregó que, tras los recientes cambios en administraciones estatales y municipales, los grupos criminales han entrado en procesos de reestructuración: “buscan expandir su influencia eliminando a sus rivales y amedrentando a las autoridades”.
FALTA DE EXPERIENCIA
Para Javier Oliva, una de las principales causas del deterioro en materia de seguridad en México radica en la falta de experiencia y capacitación de muchas autoridades responsables de mantener el orden público.
“Los dos cambios relevantes que ha hecho Claudia Sheinbaum son el traslado de la Guardia Nacional a la SEDENA y la designación de figuras con amplia trayectoria profesional en puestos clave, como Omar García Harfuch”, comentó.
Esto, destacó, “no es menor, ya que desde el año 2000, la improvisación ha sido la norma más que la excepción, lo que explica gran parte de la crisis de seguridad actual”.
RESULTADOS PRELIMINARES
Con solo tres meses de gestión, Oliva consideró prematuro emitir un juicio sobre los avances en seguridad del nuevo gobierno. “Con medio año en funciones tendremos datos más claros”, indicó.
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2024 cerró con 25 mil 469 homicidios dolosos en el país, un leve incremento frente a los 25 mil 290 registrados en 2023.
En San Luis Potosí, la situación no ha cambiado significativamente. El estado reportó 377 homicidios dolosos en 2024, frente a 433 en 2023. Sin embargo, esta reducción no coloca a la región Centro-Bajío, incluida la entidad potosina, como un “territorio de paz”.
“La tendencia sigue siendo alarmante, con el tráfico de drogas y armas de alto calibre como problemas persistentes”, explicó Oliva. Aunque San Luis Potosí ha perdido relevancia en términos de violencia, su ubicación lo expone a los conflictos que se originan en otras regiones, como los Altos de Jalisco, Durango y Guanajuato.
MAYOR CONTROL MILITAR
Oliva criticó que, en muchas entidades, los gobernadores carecen de experiencia en seguridad. “En todo el país, incluidos varios estados, hay gobernantes que no tienen idea de cómo abordar el problema”, dijo.
A nivel federal, la presión para que las corporaciones policiacas sean dirigidas por militares ha aumentado. Actualmente, 22 secretarios de Seguridad Pública estatales provienen del ámbito castrense.
“Estos responden a las líneas de mando de la SEDENA o la Marina, pero esto genera problemas de coordinación en los estados”, afirmó.
IMPACTO DE TRUMP
Sobre el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, Oliva prevé un aumento de la violencia debido a las políticas migratorias del republicano.
“En 2024, el tráfico de personas fue el delito más lucrativo, según la ONU, y la crisis migratoria intensificará la violencia”, advirtió.
Asimismo, si el Senado estadounidense aprueba clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, “habrá un cambio significativo en la cooperación bilateral y en la percepción internacional de México”, concluyó.