Las abejas y las avispas son dos insectos que suelen generar reacciones muy distintas en las personas. Mientras que las abejas son asociadas a la miel y la polinización, las avispas a menudo son percibidas como criaturas más agresivas.
Sin embargo, cuando hablamos de picaduras, surge una pregunta común: ¿por qué las abejas mueren tras picarnos y las avispas no? Para responder esta duda, es necesario entender las diferencias biológicas entre estos insectos, la estructura de sus aguijones y su comportamiento defensivo.
La diferencia principal entre las abejas y las avispas radica en el diseño de su aguijón, que está directamente relacionado con lo que ocurre después de que pican. El aguijón de las abejas, específicamente las abejas obreras, es serrado y está diseñado para anclarse en la piel de los mamíferos. En cambio, el aguijón de las avispas es liso y retráctil, lo que les permite picar múltiples veces sin sufrir daño.
COMPORTAMIENTO DEFENSIVO Y SOCIAL Las abejas y las avispas también difieren en su comportamiento social y la razón por la que pican. Las abejas son insectos sociales, que viven en colonias organizadas donde cada individuo tiene un rol específico. Las abejas obreras, que son las encargadas de recolectar el polen y el néctar, pican principalmente en defensa de su colmena.
Cuando una abeja siente que su hogar está en peligro, se sacrificará para proteger tanto a la reina como a las crías. Es un comportamiento altruista que garantiza la supervivencia de la colonia. Dado que las abejas mueren tras una picadura, no es una acción que tomen a la ligera. Solo pican cuando sienten que no tienen otra opción.
En cambio, las avispas, aunque también pueden ser sociales, suelen ser mucho más agresivas y menos altruistas en su comportamiento. Pican tanto para defenderse como para cazar, y su naturaleza depredadora las hace más propensas a atacar.
Por esta razón, las avispas pueden ser vistas como más “agresivas” en comparación con las abejas, ya que pueden picar varias veces sin consecuencias graves para ellas.
¿POR QUÉ PICAN LAS ABEJAS Y LAS AVISPAS?
Las picaduras de abejas y avispas tienen propósitos diferentes en la naturaleza. En el caso de las abejas, la picadura es una medida defensiva extrema.
Las abejas no son agresivas por naturaleza; su principal interés es recolectar néctar y polen para producir miel y asegurar la supervivencia de su colonia. Solo pican si se sienten amenazadas, como cuando un humano o un animal se acerca demasiado a su colmena.
Por otro lado, las avispas, además de defenderse, pican para cazar. Las especies de avispas cazadoras usan su veneno para inmovilizar a sus presas, que suelen ser otros insectos o incluso pequeñas arañas.
Aunque las avispas también pueden ser defensivas, su umbral para picar es más bajo que el de las abejas, lo que las hace parecer más agresivas a los humanos.