Por la forma en que ejerció la presidencia AMLO, en términos generales, deja un mal sabor de boca en todos los mexicanos por lo poco que pudo hacer ante los grandes problemas nacionales como la narco delincuencia, incluso su desempeño fue peor que el de uno de sus antecesores, Felipe Calderón, quien con su declaración de guerra al narco provocó casi miles de muertes en todo el país por la lucha de espacios entre los cárteles, renglón en el que López Obrador, sin declaratoria bélica, ha enfrentado una ola incontenible de violencia con casi 200 mil homicidios, la cifra más grande de la historia.
En el cuadro de problemas, “El Peje” nunca aceptó falla alguna, toda vez que, como quedó documentado en sus conferencias mañaneras, culpó de todo a sus adversarios conservadores, a la prensa fifí y a la mafia del PRIAN.
Desde su etapa de candidato, AMLO se pasó por el arco del triunfo las peticiones potosinas, como la Vía Alterna y la rehabilitación del Hospital Central, algunas de las que le fueron planteadas por el gobernador Juan Manuel Carreras López, al que le jugó el dedo en la boca expresándole lo bien que le caía, sin confirmar el cumplimiento de lo prometido, y así se la llevó hasta el final de su mandato.
También, varias de sus acciones presidenciales sembraron la antipatía hacia él en los potosinos, como su embestida contra el Instituto Nacional Electoral con sus afanes de someterlo, originando grandes manifestaciones locales en su contra
En la ciudad existen algunas obras que llevan el nombre de presidentes del pasado como la unidad deportiva Adolfo López Mateos y otra llamada José López Portillo.
Afortunadamente ni a Carreras ni a Ricardo Gallardo se les ocurrió poner el nombre del presidente saliente a alguna callejuela de una polvorienta colonia de la periferia, pues entonces sí la gente se les habría echado encima, pero ninguno lo hizo y no hay reclamo.
Por lo demás, tanto en SLP como en el resto del país López Obrador está llamado a pasar a la historia como un presidente que provocó pena ajena de sus gobernados por los múltiples disparates en que cayó, como la reforma del Poder Judicial que no se le perdona aún o esa ridícula exigencia a España de que pidiera perdón a México por la conquista.
Asimismo, está por verse cuando o cómo la presidenta entrante Claudia Sheinbaum rompe el cordón umbilical con AMLO, en lo que bien podría imitar a José López Portillo, quien ante las injerencias políticas de su antecesor, Luis Echeverría, optó por enviarlo de embajador a a las Islas Fidji, y a Gustavo Díaz Ordaz como representante del país a España, pues ya eran un estorbo para él, como lo está ya siendo el “Peje” para la presidenta que no la deja ni a sol ni a sombra como para demostrar que él sigue llevando el mando ahora. Si quiere verse más enérgica puede actuar como Ernesto Zedillo que, para tomar distancia de Carlos Salinas lo primero que hizo, fue enviar a prisión a Raúl Salinas por diversos delitos financieros, pero de que todo México está a la espera de que doña Claudia se zafe de López Obrador, es una realidad y la interrogante que salta es cuánto se tardará en hacerlo.
ALPISTEANDO
Trascendió que entre los funcionarios que continuarán un periodo más en la alcaldía capitalina en sus puestos están Christian Iván Azuara en Servicios Municipales; el titular de cultura Daniel de la Llera, y la de turismo municipal, Claudia Lorena Peralta, además del posible regreso de Fernando Chávez a la Secretaría General del ayuntamiento y la ratificación de Martín Juárez en Desarrollo Social.