Los mezcales potosinos tienen un futuro prometedor al consolidarse como un producto de nicho que destaca en mercados exclusivos por su calidad y procesos artesanales. Así lo aseguró José Eduardo Lomelí, director general de la marca Júrame, quien subrayó que el crecimiento orgánico del mezcal en San Luis Potosí está sustentado en factores como la exclusividad de su materia prima y la innovación de sus productores.
En entrevista para Exprés, Lomelí enfatizó que uno de los principales retos para la industria es aprovechar las condiciones favorables actuales.
“El futuro nos ofrece más perspectivas de crecimiento que riesgos. Sin embargo, debemos seguir trabajando con cuidado del medio ambiente y del campo. Hablamos de un maguey silvestre que requiere un manejo especial, bajo normativas estrictas. Esto nos asegura no ser mezcales de grandes volúmenes, pero sí con un valor agregado excepcional”, comentó.
El empresario destacó que, en los últimos cinco años, la industria mezcalera potosina ha registrado un crecimiento sostenido, logrando posicionar marcas locales tanto en el escenario nacional como internacional. Este avance ha sido reforzado por reconocimientos obtenidos en competencias internacionales, que han puesto al mezcal potosino en la mira de nuevos mercados.
Además, la limitada cantidad de maguey en la región, junto con la denominación de origen, convierte al mezcal potosino en un producto exclusivo, delicado y de calidad única. “Esto nos da una ventaja competitiva importante”, aseguró Lomelí.
Otro aspecto que ha impulsado a las marcas potosinas es la digitalización y el comercio electrónico. Redes sociales y estrategias digitales han permitido abrir mercados en países que antes no figuraban.