Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, inició el trámite para obtener la nacionalidad española, según reveló este lunes el diario ABC de España, que citó fuentes diplomáticas. La solicitud se presenta en medio del enfriamiento de las relaciones bilaterales entre México y España, tensadas desde el sexenio anterior a raíz del tema de la Conquista.
La historiadora buscaría adquirir la nacionalidad por medio de la Ley de Memoria Democrática, mecanismo que otorga la ciudadanía española a descendientes de exiliados y migrantes españoles. En el caso de Gutiérrez Müller, el argumento se basa en su ascendencia directa: es nieta de catalanes por parte materna y de castellanos por parte paterna, según reportó el diario madrileño.
ACTIVIDADES ACADÉMICAS EN EUROPA
De acuerdo con las versiones citadas por ABC, la también escritora e investigadora tendría interés en desarrollar actividades académicas en Europa, aprovechando su trayectoria en el ámbito de las letras y la docencia universitaria. Hasta el momento, Gutiérrez Müller no ha emitido una declaración pública al respecto.
UN TRÁMITE EN MEDIO DE TENSIONES DIPLOMÁTICAS
La solicitud de nacionalidad se da tras una serie de desencuentros diplomáticos entre México y España iniciados en 2019, cuando el entonces presidente López Obrador envió una carta al rey Felipe VI solicitando disculpas por los agravios de la Conquista. La misiva generó malestar en el Gobierno español y, según reportes de la prensa ibérica, Beatriz Gutiérrez Müller habría tenido una participación activa en su redacción.
Desde entonces, la relación bilateral no ha mostrado señales claras de restablecimiento. En 2022, López Obrador propuso públicamente “pausar” las relaciones con España, y en 2024, ya con Claudia Sheinbaum como presidenta electa, se mantuvo la distancia institucional: el rey de España no fue invitado a la ceremonia de toma de posesión.
“Sí, en efecto, es dejar de manifiesto que México ya no es una colonia de ningún país extranjero”, expresó López Obrador en respaldo a la decisión de su sucesora de mantener la exclusión diplomática.
El trámite de Gutiérrez Müller, aunque de carácter personal, se interpreta en algunos círculos como un gesto simbólico en un contexto de relaciones aún frías entre ambas naciones.