Para premiar al equipo ganador de la Copa Potosí en su Edición 2024, el ídolo histórico de la afición potosina, Marcelo De Faria, estuvo en San Luis Potosí. Convocado por el gobernador Ricardo Gallardo, el goleador del Club San Luis volvió a pisar la cancha del Estadio Alfonso Lastras 20 años después de que partiera para jugar en el Ajaccio, en la Isla Francesa de Córcega.
Emocionado, con serenidad en su alma y con una madurez espiritual que lo ha convertido en un mejor ser humano, “Tamandaré” charló en exclusiva con Exprés de la emoción que le llenó de alegría al volver a reencontrarse con la hinchada auriazul, de la próxima llegada de su segunda hija y de los dos nuevos proyectos profesionales que, al día de hoy, ocupan sus días.
“Me siento muy emocionado. la verdad muy feliz. Todas las veces que me ha tocado venir a San Luis después que dejé el futbol y después que me fui de aquí, siempre traigo recuerdos que son inolvidables, que son mi historia y son parte de mi vida, por eso cada vez que me invitan, pues estoy siempre muy puesto”, dijo en entrevista.
“Recibí con gran alegría la invitación del gobernador para estar en esta Copa Potosí con la que, como gobierno, están fomentando el deporte, sobre todo ahora con las categorías infantil y femenil”, dijo.
UNA VIDA EN EL FUTBOL
Los recuerdos, las anécdotas, se agolpan una tras otra durante la larga plática con Marcelo De Faria, lo que nos lleva a preguntarle sobre el legado que el futbol le regaló a su actual vida como esposo, como hijo, como ser humano.
“Una de las cosas pues es que estoy aquí todavía 20 años después y eso es algo increíble. Mi niña me dice: ‘Papá, tú eres famoso en México’ y yo le digo que no soy famoso en México, sino solo un poquito en San Luis, donde la gente me recuerda con cariño; pero bueno, el futbol me dejó muchas cosas buenas: todo lo que viví, los idiomas que aprendí, los lugares donde estuve en el mundo, la costumbre de ser puntual y sobre todo me permitió cumplir el sueño de convertirme en futbolista profesional que fue un sueño que desde niño tuve y crecí viviéndolo. Soy parte de ese 2 por ciento de los que logran, por lo que considero que soy muy afortunado”, contó a Exprés.
El rostro de Marcelo De Faria se ilumina con una gran sonrisa cuando le recordamos las largas horas que pasaba atendiendo a decenas de niños que lo buscaban luego de un entrenamiento o tras un partido.
“Los niños se ilusionan con el futbol, ellos nos ven a los jugadores como superhéroes y, algunos que no tienen a sus padres, incluso como ejemplo, y nosotros tenemos mucha responsabilidad con eso. De hecho una de las cosas que pretendo transmitir a la gente es que, como futbolistas, tenemos responsabilidad, no solo con los clubes, sino con la gente, con el pueblo”.
SU HISTORIA EN PAPEL
Representar jugadores y que más personas conozcan su historia de vida a través de su libro “Del fracaso al éxito, cómo superar los goles en contra de la vida”, son parte de lo que ocupa los días de Marcelo.
“En el libro literal platico todo: lo bueno, lo malo que hice en la vida. Yo acostumbro a decir que el futbol es una dulce ilusión, porque todos creen que el futbol es Neymar, Messi, Cristiano, y que todos los futbolistas son ricos, son famosos, y no, la mayor parte es totalmente diferente; el 90% juega apenas para comer y decir que es futbolista y la minoría es la que gana mucho dinero. Por eso yo espero que al leerlo puedan conocer la realidad del futbol y aparte de dedicarse cada día más al deporte puedan tener un plan B. Y pues con la agencia de representaciones lo que busco es que los jóvenes futbolistas puedan recibir orientación legal y financiera y que no tengan que enfrentar los problemas que yo tuve que vivir con empresarios y con mis contratos”.
“No puedo cambiar el mundo, pero sí puedo hacer mi parte para que los futuros futbolistas vivan mejores experiencias”, finalizó.
