Antonio Carbajal y José Alfredo Jiménez, robaron cámara en la celebración de la Décimo Segunda Ceremonia de Investidura del Salón de la Fama del Fútbol Internacional y Nacional.
Y es que, apenas se dio inicio al evento, un telón cayó sobre el escenario para dar paso a la figura de La “Tota” quien, -creado con la inteligencia artificial-, dio la bienvenida a los presentes y dirigió un emotivo mensaje que arrancó sentidas lágrimas a la familia del fútbol.
Minutos después, el hijo pródigo de Guanajuato, José Alfredo Jiménez, se hizo presente para abrazar con sus palabras a visitantes y locales que formaron parte del evento que tuvo como escenario el Teatro del Bicentenario Roberto Plascencia, recinto que fue engalanado con sobriedad y elegancia para recibir a las figuras investidas, así como a jugadores históricos, directivos del fútbol mexicano, periodistas nacionales e internacionales, así como a decenas de leoneses que acudieron como invitados especiales a vivir tan importante celebración.
Al tiempo de dar la bienvenida a la familia del fútbol a la ciudad de León, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhúe, aprovechó para agradecer al presidente de Grupo Pachuca, Jesús Martínez Patiño, que haya permitido que por vez primera en doce años la ceremonia pudiera salir de la capital hidalguense para ser llevada a León.
La noche de sorpresas y emotividad dio inicio con la investidura de Carlos Salcido, el ex jugador de las Chivas Rayadas del Guadalajara y del PSV Eindhoven, quien en un juego de palabras le agradeció a Carlos Arnoldo Salcido, quien le permitió convertirse en jugador. “Este premio es para mí. Yo sé todo lo que me costó, todo lo que nos complicamos para pensar en llegar hasta acá”, explicó.
Los históricos internacionales comenzaron su desfile por el bellísimo escenario del Teatro del Bicentenario, y fue el ex arquero paraguayo José Luis Chilavert, quien comenzó a mover las fibras al señalar que cuando como jugador se está en la gloria, son pocos los que saben o reconocen lo mucho que cuesta lograr triunfar.
Tocó el turno al chileno Iván Zamorano, quien aseveró que mirar atrás lo hacía sentir tremendamente contento y honrado con lo que pudo lograr. “Hay varias cosas que me acompañaron: esfuerzo, perseverancia, sacrificio, disciplina, que son valores.
Tras decirse “tremendamente privilegiado de poder recibir este premio”, el famoso “Bam Bam” indicó que este tipo de reconocimientos “son unas caricias al alma, son caricias al corazón” que hoy que ya se encuentra en el retiro para él tienen un privilegio especial.
El turno de ser investido llegó y el argentino Juan Román Riquelme comenzó recordando que comenzó a jugar fútbol porque su sueño era comprarle su casita a su madre.
“Después, con el tiempo, aprendí que el fútbol realmente te llena de alegrías y hoy para mí recibir este honor significa estar en un momento muy especial que no olvidaré”.
El momento más emotivo de la Ceremonia de Investidura del Salón de la Fama del Fútbol llegó y la impactante voz de Kika Edgar inundó el recinto con las notas de “Por ti volaré”, hermosa melodía con la que se acompañaron las imágenes de grandes del fútbol mundial como César Luis Menotti, Franz Beckenbauer, Mario Lobo Zagalllo, Bobby Charlton, Andreas Brehme, Luigi Riva y Sven-Goran Eriksson, al tiempo que también se le dio un adiós a figuras nacionales como Héctor Sanabria, Francisco Jara, Marco Rivas, Roberto Martínez, Jorge Griffa, Luis Tejada, Juan Izquierdo, Alberto Jorge, Paco Villa, Ernesto López y Carlos Bremer, el empresario regiomontano integrante del Comité de Honor del Salón de la Fama, que, con su partida dejó un hueco muy difícil de llenar por su generosidad, su entusiasmo y su enorme compromiso para impulsar sin cortapisas no solo al fútbol mexicano sino al deporte en general.
