Con los dos combates que afrontó en Paris, Fátima Patricia Herrera Álvarez, escribió su nombre en la historia del deporte potosino como la primera mujer nacida en San Luis que participa en unos Juegos Olímpicos.
Reconocida por el gobierno capitalino con un mural que inmortaliza su participación en la Edición 2024 de los Juegos Olímpicos celebrados en París, la joven boxeadora recibió, además, la noticia de que la administración municipal, que encabeza Enrique Galindo, le otorgará durante los próximos tres años una beca económica que le permita dedicarse de lleno prepararse para la próxima justa olímpica de Los Ángeles en el 2028.
“Mucho de lo que hasta ahora he logrado lo he conseguido porque nunca dejé de luchar, de soñar, aun y cuando hubo en el camino muchas altas y bajas”, confiesa una sonriente y emocionada Fátima Patricia, cuando Exprés le pregunta cómo se siente ahora que logró su sueño de llegar a combatir en unos juegos olímpicos.
A la boxeadora potosina le recordamos que apenas hace un par de meses que estuvo en nuestra ciudad por un par de días, platicamos de la ilusión que le hacía obtener un triunfo en Tailandia para con ello concretar su sueño de convertirse en una de las representantes del pugilismo mexicano en la justa olímpica.
“No tenía mi calificación, recuerdo que me entrevistaste y sí, en ese momento mi sueño era llegar a Tailandia para obtener mi clasificación y para lograrlo tuve que enfrentar peleas muy, muy duras. Y más que nada el que tuviera que pelear en días consecutivos porque me tocó subirme al ring el día primero, el día dos y el día tres”, contó.
“Todas mis peleas fueron seguidas, no descansé nada, y entonces iba súper molida de los brazos, de las piernas, pero eso no impidió que yo hiciera mi boxeo como lo se hacer y que con ello me ganara mi lugar en los juegos olímpicos y que con ello cumpliera mi sueño en algo que a mi me apasiona como es el boxeo. Yo creo que el haber obtenido esta clasificación me hace también sentirme muy orgullosa de lo que para mi es un gran logro”, aseguró.
Pero, aunque ahora que Fátima regresa a San Luis ha recibido elogios y admiración de las autoridades, sus compañeros en el Centro de Desarrollo Social Plan Ponciano Arriaga y del resto de los boxeadores que forman el establo de este recinto municipal, no todo en el andar de la pugilista ha sido fácil.
“Yo creo que el conocer el lado de las derrotas, de la frustración, del cansancio, me ha hecho más fuerte. Te confieso que ha habido momentos en los que en las mañanas no me quería levantar por el cansancio, por el dolor, pero aún así me levantaba con las ganas y con el hambre de salir adelante, y yo creo que eso también es lo que me llevó hasta aquí y lo que me llevó a obtener este gran logro”.
MÁS PREPARACIÓN
Cuando a Fátima Herrera le preguntamos qué tendrá que mejorar de cara a Los Ángeles 2024, ella humilde y honesta nos cuenta que redoblará el esfuerzo y buscará obtener más experiencia a través de enfrentar más combates que le den las tablas suficientes para desarrollar mejor sus técnicas de boxeo.
“Lo que me faltó fue experiencia. La chica con la que me enfrente tiene mucha experiencia, tiene muchas mañas y pues para mi eran mis primeros juegos olímpicos, mientras que ella ya había conseguido medalla de plata en Tokio y ahora nuevamente en París se volvió a colgar una presea de plata. Ella tiene pues mucha experiencia que es lo que me faltó a mí”.
Ahora que la boxeadora potosina Fátima Patricia Herrera, ha regresado a la capital potosina tras su participación histórica en la justa olímpica de París, su meta es seguir trabajando en las instalaciones del centro de desarrollo municipal al norte de la ciudad para con ello seguir inspirando a los pequeños que participan de la escuela de boxeo que ahí funciona.
“Aquí comencé a boxear, aquí fue donde comencé mis entrenamientos con los chicos, con los alumnos de mi entrenador. Yo siempre he dicho que este logro es compartido, porque atrás de mí está mi entrenador que es una pieza fundamental para desarrollo, para lograr mis triunfos; y porque igual aquí están mis compañeros que en algún momento estuvieron en mis preparaciones, siendo mis sparrings o trabajando conmigo en mis escuelas de combate, y por eso comparto con ellos mis logros, porque me llena de mucho orgullo y me da una gran satisfacción que haya niños chiquitos de 5 a 10 años para los que soy un ejemplo y para los que puedo ser una inspiración”, finalizó la boxeadora Fátima Patricia Herrera Álvarez.
