TIJUANA.– El Consulado de Estados Unidos en Tijuana emitió una alerta de seguridad dirigida a sus ciudadanos tras una ola de hechos violentos ocurridos en Baja California Sur, particularmente en los principales destinos turísticos de Cabo San Lucas, San José del Cabo y La Paz.
Desde hace al menos tres días, la región ha sido escenario de asesinatos, tiroteos, incendios de unidades del transporte público, detenciones y la colocación de narcomantas dirigidas contra funcionarios locales.
Entre las víctimas destaca Ulises Omar Cota Montaño, comandante de la Agencia Estatal de Investigación Criminal, quien fue asesinado a balazos el pasado 22 de abril en La Paz. Posteriormente, el 24 de abril, ataques con bombas molotov incendiaron al menos tres vehículos de transporte público en distintos puntos de Cabo San Lucas.
OPERATIVOS Y ENFRENTAMIENTOS
La violencia desatada obligó a las fuerzas federales a desplegar operativos en la zona. Durante una intervención, elementos de seguridad se enfrentaron a balazos con cuatro sospechosos vinculados a los incendios, quienes terminaron siendo detenidos.
En su comunicado, el Consulado estadounidense también reportó amenazas difundidas por cárteles del crimen organizado contra funcionarios locales y un tiroteo que se extendió por varias colonias de Cabo San Lucas.
“Se prevé un aumento de la presencia de seguridad, restricciones al transporte público y otras medidas para gestionar la situación”, señaló la representación diplomática.
RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD
La alerta insta a los ciudadanos estadounidenses a evitar multitudes, mantenerse atentos a signos de alteraciones del orden público, seguir las instrucciones de las autoridades locales y consultar medios de comunicación para actualizaciones sobre la situación.
“Esté atento a su entorno. Notifique a sus amigos y familiares sobre su seguridad”, indicó el Consulado.
El incremento de violencia en zonas tradicionalmente turísticas genera preocupación tanto para la seguridad local como para el sector turístico, en un estado que ha mantenido durante años una imagen de relativa tranquilidad en comparación con otras regiones del país afectadas por el crimen organizado.
