El Gobierno alemán instó este jueves a la Unión Europea a responder con firmeza ante la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 25 por ciento a los automóviles y autopartes no fabricados en Estados Unidos.
“Debe quedar claro que no nos doblegaremos ante Estados Unidos”, declaró en un comunicado el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck, al tiempo que pidió una acción coordinada del bloque europeo frente a lo que calificó como una medida unilateral y proteccionista.
TRUMP ANUNCIA NUEVO GOLPE COMERCIAL DESDE EL 3 DE ABRIL
La medida, anunciada el miércoles por Trump, contempla aranceles aduaneros del 25 por ciento a todos los vehículos y componentes importados que no sean manufacturados en territorio estadounidense. Según el exmandatario republicano, las nuevas tarifas entrarán en vigor el próximo 3 de abril.
Esta política impacta directamente a la industria automotriz europea, una de las más avanzadas del mundo y cuyo principal destino de exportación es Estados Unidos. En 2023, las exportaciones del sector hacia ese país alcanzaron los 56 mil millones de euros.
INDUSTRIA AUTOMOTRIZ ADVIERTE SOBRE COSTOS PARA CONSUMIDORES Y EMPLEO
La presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA), Hildegard Müller, advirtió que los nuevos aranceles no solo afectarán a los fabricantes europeos, sino también a toda la cadena de suministro global, “con consecuencias negativas, sobre todo para los consumidores, incluidos los de América del Norte”.
“Las consecuencias costarán crecimiento y prosperidad en todos los lados”, añadió Müller en un comunicado, aludiendo a los efectos que podrían extenderse por todo el entramado económico internacional.
Entre los principales afectados figuran gigantes del sector como BMW, Volkswagen, Mercedes-Benz, Volvo y Stellantis, así como una vasta red de proveedores que sustentan a la industria.
UNA INDUSTRIA CLAVE EN RIESGO
El sector automotriz europeo es responsable de 13.8 millones de empleos, lo que representa el 6.1 por ciento del total del empleo en la Unión Europea. Esta industria se enfrenta ya a desafíos considerables, como la contracción del mercado interno y la creciente competencia de fabricantes chinos de vehículos eléctricos a precios más bajos.
Cualquier nuevo golpe a este sector —advirtieron expertos— tendría implicaciones profundas en una economía europea que en 2024 apenas creció un 0.9 por ciento y que cerró el último trimestre del año sin crecimiento alguno.