El Impuesto Sobre Emanaciones Contaminantes (ISEC) entró en vigor el 1 de enero de este año, acompañado de estímulos fiscales y exenciones que buscan mitigar su impacto en las actividades económicas, según lo publicado por la Secretaría de Finanzas (Sefin) en el Periódico Oficial del Estado el 31 de diciembre de 2024.
Entre los beneficios destacan exenciones del 100 por ciento para empresas de nueva creación y aquellas que generen menos de 25 toneladas de dióxido de carbono (CO2) mensuales. Además, las empresas con bajas emisiones y certificaciones de Industria Limpia o Empresa Socialmente Responsable recibirán descuentos de hasta el 30 por ciento en el pago del ISEC.
Las reglas de operación establecen que los contribuyentes deberán enterar el impuesto el día 17 de cada mes y declararlo fiscalmente en agosto del siguiente ejercicio fiscal. Las tarifas, inicialmente fijadas en tres Unidades de Medida de Actualización (UMAs) por tonelada de CO2, han sido reducidas significativamente dependiendo del nivel de emisiones:
> De 26 a 200 toneladas: de 3 a 1 UMA.
> De 100 mil a 250 mil toneladas: de 3 a 0.5 UMA.
> De 250 mil a un millón de toneladas: de 3 a 0.25 UMA.
> Más de un millón de toneladas: de 3 a 0.1 UMA.
Sin embargo, la implementación del ISEC generó controversias debido a que no se estructuró un fondo ambiental para destinar los recursos recaudados a la mitigación de contaminación, lo que, según críticos, diluye su propósito ambiental.
El ISEC fue prorrogado dos veces desde su planeada entrada en vigor en abril de 2024, debido a la inconformidad de sectores productivos. Finalmente, los beneficios fiscales fueron presentados como un mecanismo para incentivar el cumplimiento y proteger sectores estratégicos de la economía.
