Se renovarán quince magistraturas, tres posiciones en el Tribunal de Disciplina y alrededor de sesenta y seis puestos de jueces. Aunque quienes ocupan esos cargos tienen el derecho a intentar permanecer, deberán hacerlo a través de las urnas.
Tras la declaratoria del Ceepac, vienen otros pasos rumbo a la elección. Se deberá notificar al INE para la coordinación que deberá existir, al ser un proceso electoral concurrente junto con el federal. Además, será este organismo el que defina los distritos judiciales del Estado, pues es el ente que tiene las facultades para ello.
Posteriormente, el Consejo de la Judicatura deberá notificar al Congreso del Estado sobre las vacantes que existen en el Poder Judicial, debido a jubilaciones y otras causas, para que se consideren en la convocatoria que se emitirá.
El Congreso del Estado deberá emitir la convocatoria a los tres poderes del Estado para que formen sus comités de evaluación, que serán los encargados de recibir la documentación de los aspirantes y evaluarlos.
Una vez formados estos comités, convocarán públicamente a la ciudadanía para que quienes deseen participar presenten su documentación y comprueben que cumplen con los requisitos establecidos en la Constitución local, en especial ser abogado, tener al menos un promedio de ocho en la carrera y contar con cinco años de experiencia.
Los comités recibirán la documentación de los interesados y realizarán las evaluaciones respectivas. Cabe señalar que, en este caso, aún no se definen ni están claras las reglas ni los mecanismos para llevar a cabo este proceso. Lo único claro es que deberá apegarse a la Constitución para evitar que algún inconforme desestime todo el trabajo realizado a través de un litigio.
Cada uno de los tres comités deberá seleccionar hasta un máximo de diez aspirantes para cada uno de los cargos, todos ellos aspirantes idóneos que cumplan con los requisitos.
A partir de ese momento, se realizará el proceso de insaculación, popularmente conocido como “tómbola”, del cual resultarán dos aspirantes por cada cargo, por cada uno de los comités de evaluación. Es decir, en un escenario ideal, habría seis candidatos para cada uno de los cargos disponibles de magistrados, jueces e integrantes del Tribunal de Disciplina.
Luego de que los comités de evaluación concluyan su trabajo, entra en operación el Ceepac con un proceso similar al que realiza para las elecciones normales, incluyendo el diseño e impresión de boletas, capacitación, etcétera.
En total, podrían participar alrededor de 504 candidatos formales para medirse en las urnas y obtener alguna de las 84 posiciones en disputa. Es decir, serán seis candidatos para cada una de las 15 magistraturas, otros seis para cada uno de los tres puestos en el Tribunal de Disciplina y seis más para cada uno de los 66 cargos de jueces.
ALGUNOS MAGISTRADOS IRÁN A LAS URNAS
Esta columna recibió información extraoficial de que serán siete u ocho de los quince magistrados actuales quienes están dispuestos a participar en la elección judicial para refrendar su cargo.
Los factores que definirán quiénes buscarán candidaturas y quiénes no son la edad de los magistrados, dado que algunos ya rondan los 70 años. Otro factor es el tiempo de servicio, algunos han alcanzado los años suficientes para obtener una buena pensión o haber de retiro.
Tanto jueces como magistrados tendrán pase directo a la lista de 10 personas que definirá cada uno de los comités de evaluación de los tres poderes del Estado, dado que se supone que cumplen con todos los requisitos y cuentan con experiencia en sus cargos. Sin embargo, incluso en esa etapa, tendrán un 80 % de probabilidades de no ser candidatos.