La inflación en México mostró señales de moderación al ubicarse en 4.55% anual durante noviembre, una disminución respecto al 4.76% registrado en octubre, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este es el nivel más bajo en los últimos ocho meses, desde que en marzo se reportó una tasa de 4.42%.
La desaceleración en los precios fue impulsada tanto por la inflación subyacente como por la no subyacente. La subyacente, que excluye los bienes y servicios con alta volatilidad, se redujo a 3.58% anual desde 3.80%, mientras que la no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, disminuyó ligeramente a 7.60% anual desde 7.68%.
Según Andrés Abadía, economista en jefe para América Latina en Pantheon Macroeconomics, “la inflación mexicana sigue bajo control, con presiones subyacentes contenidas. Estimamos que la tasa anual cerrará 2024 en 4.4%”.
Comportamiento mensual y por componentes
En términos mensuales, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.44% en noviembre, marcando el incremento más bajo para este mes desde 2020. Este resultado fue mejor al 0.50% previsto por los analistas.
La inflación subyacente tuvo un aumento mensual de apenas 0.05%, el menor registro para un noviembre desde 2020. Por su parte, la inflación no subyacente subió 1.73%, su menor avance desde 2022.
Dentro del rubro subyacente, las mercancías registraron una inflación de 2.39% anual, acumulando 24 meses consecutivos de disminución, mientras que los servicios crecieron 4.90% anual, con cuatro meses de moderación. En el rubro no subyacente, los productos agropecuarios presentaron una inflación de 10.74% anual, y los energéticos y tarifas reguladas por el gobierno registraron un incremento de 4.55%, con cuatro meses consecutivos a la baja.
Perspectivas hacia 2024
De acuerdo con Abadía, se espera que la inflación continúe desacelerándose, alcanzando 4.2% anual en marzo y 3.8% anual en junio. “El ritmo lento de la actividad económica, la caída reciente en los precios del petróleo y las condiciones financieras restrictivas deberían compensar presiones inflacionarias potenciales, incluso ante la volatilidad del peso mexicano en el corto plazo”, añadió.
La moderación de la inflación brinda un respiro a los consumidores y refuerza las perspectivas de estabilidad económica en el próximo año, aunque los retos derivados de factores externos, como el precio del petróleo y la política monetaria, siguen latentes.