Esta mañana, en el Parque Tangamanga 1, se llevó a cabo una sencilla pero emotiva ceremonia en la que familiares, amigos y excolaboradores rindieron homenaje al exgobernador de San Luis Potosí, Carlos Jonguitud Barrios, con motivo del centenario de su natalicio.
Nacido en Coxcatlán el 4 de noviembre de 1924, Jonguitud Barrios fue Maestro egresado de la Escuela Normal Rural de Ozuluama, Veracruz, y posteriormente se tituló como abogado en la Universidad Nacional Autónoma de México. Militante del Partido Revolucionario Institucional desde 1942, se desempeñó en diversos cargos, incluidos dos periodos como Senador y un periodo como diputado federal. Entre 1976 y 1979, dirigió el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Durante su mandato como gobernador, de 1979 a 1985, San Luis Potosí experimentó un despegue económico significativo con la creación de los Centros Estatales de Cultura y Recreación Tangamanga 1 y 2, la construcción del Aeropuerto Internacional “Ponciano Arriaga” y el Circuito Interior Río Santiago. La educación también recibió un fuerte impulso bajo su administración, con la implementación del Sistema Colegio de Bachilleres y las Escuelas Telesecundarias, que llevaron la educación a los rincones más apartados de la entidad.
Uno de los oradores en la ceremonia fue Joel Ramírez Díaz, actual Director de Educación Municipal del Gobierno de la Capital y exsecretario particular del gobernador Jonguitud. Durante su intervención, Ramírez Díaz subrayó: “La visión que tenía el profesor fue la inspiración de esta gran obra social que hoy disfrutamos; cada una de las obras que hizo y dejó como legado son muestra del gran amor del maestro Jonguitud por su tierra y su gente”.
El exgobernador Fernando Silva Nieto, quien compartió escaños con Jonguitud Barrios en el Senado, recordó su sencillez: “A pesar de los cargos que ejerció, puedo asegurar que jamás perdió piso y siempre atendió a todo ciudadano que se le acercaba. Le agradezco haberme guiado y aconsejado mientras fuimos Senadores, ya que pude constatar la gran vocación que tenía por servir a San Luis Potosí”.
Visiblemente emocionada, María Guadalupe Jonguitud Rodea, hija del exgobernador, expresó: “Sentimos un orgullo inmenso y una gran satisfacción familiar al ver que, después de tantos años, todavía recuerdan a mi papá con tanto cariño y agradecimiento; de verdad, nos llena de emoción”.
Dijo que, para las nuevas generaciones, el legado de su padre es palpable, aunque no lo hubieran conocido: “Afortunadamente, su obra y sus acciones perduran, porque su administración fue un parteaguas. En esos seis años, el estado vivió lo que se pudo haber hecho en muchísimo más tiempo”.
“Mi papá no fue monedita de oro, y probablemente la historia ha sido un poco injusta con él, pero el homenaje y la ceremonia de hoy son prueba de que se le reconoce, se le quiere y se le respeta”, concluyó.