Los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump al acero y al aluminio amenazan la viabilidad de la Ford F-150, la camioneta más vendida en Estados Unidos y principal fuente de ingresos de la automotriz, según un análisis de The Wall Street Journal.
IMPACTO EN COSTOS Y PRODUCCIÓN
Los nuevos gravámenes forman parte de las medidas proteccionistas de la Administración Trump que han elevado los costos de producción en la industria automotriz. El acero y el aluminio, que constituyen más de la mitad de los materiales utilizados en la fabricación de automóviles, se encarecerán, lo que probablemente repercutirá en los precios finales para los consumidores.
Ford, una de las compañías más afectadas, transformó hace una década la estructura de sus camionetas para incorporar aluminio en su exterior, reduciendo el peso y mejorando la eficiencia de combustible. Sin embargo, la empresa reconoce que modificar nuevamente su cadena de suministro para depender de aluminio producido en EE.UU. tomaría varios años.
LA INDUSTRIA DEPENDE DE IMPORTACIONES
El auge de los vehículos eléctricos ha impulsado el uso del aluminio en la industria automotriz, ya que este material ligero ayuda a compensar el peso de las baterías. Sin embargo, la producción de aluminio primario en EE.UU. ha disminuido en las últimas décadas, obligando a los fabricantes a depender de importaciones, principalmente de Canadá.
Actualmente, Canadá suministra el 75 % del aluminio primario consumido en Estados Unidos, según la Asociación del Aluminio. Esta fuerte dependencia de las importaciones plantea dudas sobre el impacto de los aranceles en la competitividad del sector automotriz y en los precios de los vehículos para los consumidores.