Los fabricantes de automóviles Volkswagen y Stellantis confirmaron que sus vehículos fabricados en América del Norte estarán exentos del arancel del 25% impuesto recientemente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, BMW sí enfrentará gravámenes, mientras las automotrices europeas buscan adaptarse a las nuevas regulaciones comerciales, informó CNBC.
T-MEC PROTEGE A VOLKSWAGEN Y STELLANTIS
La semana pasada, la Casa Blanca concedió un aplazamiento de un mes en la aplicación de los aranceles a los fabricantes cuyos vehículos cumplan con los criterios del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). Según sus disposiciones, los vehículos cuyo 75% de sus piezas sean de origen norteamericano pueden quedar exentos de los nuevos gravámenes sobre importaciones provenientes de Canadá y México.
Volkswagen confirmó que sus modelos ensamblados en América del Norte cumplen con estas reglas y, por lo tanto, están exentos del arancel del 25%.
“Como fabricante global de automóviles, seguimos de cerca los acontecimientos en América del Norte y evaluamos los posibles efectos de estos aranceles sobre la industria automotriz y nuestra empresa”, declaró la compañía en un comunicado enviado a CNBC.
Por su parte, Stellantis, fabricante de Jeep y Dodge, agradeció la exención otorgada bajo el T-MEC y reafirmó su compromiso de expandir sus operaciones en Estados Unidos.
“Compartimos el objetivo del presidente de fabricar más automóviles en EE.UU. y generar empleos duraderos en el país. Esperamos trabajar con él y su equipo”, indicó la firma en su declaración.
BMW ENFRENTA GRAVÁMENES Y ADVIERTE SOBRE RIESGOS MAYORES
En contraste, el gigante automotriz alemán BMW confirmó que, de mantenerse la regulación del T-MEC, estará sujeto a aranceles adicionales.
“Si esta regulación se mantiene vigente, el Grupo BMW será una de las empresas afectadas. Nuestra postura sigue siendo la misma: el libre comercio es de inmensa importancia en todo el mundo”, expresó la compañía.
Los analistas de UBS estimaron que 10% de las ventas de BMW en EE.UU. provienen de modelos importados desde México, principalmente de las series 2 y 3, cuyos precios de venta son relativamente bajos.
Aunque BMW ya enfrentaba algunos aranceles en el mercado estadounidense, el nuevo incremento arancelario podría representar un impacto de hasta 400 millones de euros en su EBIT (beneficio antes de intereses e impuestos).
INCERTIDUMBRE POR POSIBLES ARANCELES A VEHÍCULOS EUROPEOS
A pesar de que los aranceles actuales afectan principalmente a vehículos fabricados en México y Canadá, la mayor preocupación para BMW y otros fabricantes europeos es la posible imposición de aranceles a los automóviles ensamblados en la Unión Europea.
El gobierno de Donald Trump ha señalado que tomará una decisión sobre estas tarifas el próximo 2 de abril, lo que podría intensificar aún más las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa.