Un día después de que Donald Trump asumiera la Presidencia de Estados Unidos por segunda vez, las primeras deportaciones masivas comenzaron a impactar a las ciudades fronterizas mexicanas. Este martes, tres autobuses con aproximadamente 65 mexicanos repatriados llegaron a Matamoros, Tamaulipas, mientras que un contingente adicional de 61 mexicanos y 200 migrantes extranjeros fue deportado a Reynosa.
DEPORTACIONES EN CONDICIONES EXTREMAS
Los deportados llegaron a Matamoros bajo temperaturas de cero grados centígrados. Algunos permanecieron en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM), mientras otros fueron trasladados a albergues habilitados para protegerlos del frío. En Reynosa, los repatriados mexicanos fueron llevados al albergue Senda de Vida I, mientras que los extranjeros, en su mayoría haitianos, fueron redirigidos a otros centros o trasladados hacia el sur de México.
TRUMP ENDURECE POLÍTICAS MIGRATORIAS
Estas deportaciones son el resultado de las órdenes ejecutivas firmadas por Trump, quien declaró una emergencia nacional en la frontera sur para combatir lo que calificó como una “vergonzante invasión” de migrantes. Entre las medidas anunciadas se incluyen:
• Restauración del programa “Quédate en México”, que obliga a los migrantes de terceros países a permanecer en territorio mexicano mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
• Despliegue de personal militar y recursos a la frontera, incluyendo la construcción de nuevas barreras físicas.
• Prioridad en la prevención y denegación del ingreso no autorizado.
IMPACTO EN LA FRONTERA MEXICANA
La llegada masiva de deportados está poniendo a prueba la capacidad de las ciudades fronterizas para atender a los migrantes. En Reynosa, el Gobierno Federal comenzó la construcción de un campamento temporal en los patios del Parque Central, con carpas similares a las usadas por la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos. Activistas y organizaciones locales han señalado que la presión sobre los albergues y recursos es cada vez mayor.
PREOCUPACIONES POR DERECHOS HUMANOS
Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las condiciones de los deportados y la falta de recursos suficientes en los albergues. “Son como 200 extranjeros que se acumularon en el día, pero de esos se encarga el Gobierno Federal”, señaló un activista que colabora en el albergue Senda de Vida.
UN DESAFÍO CRECIENTE
Con el endurecimiento de las políticas migratorias de Trump, se espera que más deportaciones y rechazos de solicitudes de ingreso afecten a las ciudades fronterizas en los próximos días. Mientras tanto, las autoridades mexicanas y organizaciones civiles trabajan para adaptarse a esta nueva realidad, buscando mitigar el impacto humanitario de estas medidas.