La presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto aumentar el salario mínimo un 12% anual, lo que ha sido apoyado por los organismos cúpula del sector privado nacional.
Este incremento, que se suma al aumento superior al 100% realizado durante el sexenio anterior, ha generado opiniones diversas en el sector económico de SLP, especialmente para las Pymes.
Manuel Gerardo Zulaica Mendoza, académico de la UASLP, expresó su preocupación sobre los efectos de este aumento en las Pymes, que representan una gran parte de la economía del país.
“Incrementar los salarios puede provocar una mayor inflación, ya que las pequeñas empresas deberán subir sus precios para cubrir los nuevos costos salariales”, explicó Zulaica.
Además, mencionó que la medida podría desincentivar a las empresas extranjeras que consideran a México un destino atractivo por sus bajos costos y el fenómeno del nearshoring.
Sugirió como alternativa que el gobierno invierta en la investigación de mercados y en el desarrollo de estrategias de organización laboral para mejorar la productividad sin depender de incrementos salariales.
“Con la creación de la Secretaría de Ciencias y Humanidades, se podría apoyar la investigación en productividad y en formas de organización laboral para que las empresas produzcan más con los mismos recursos, logrando así mejores salarios sin impacto inflacionario”, propuso.
OTRA OPINIÓN
Fernando Díaz de León, presidente de la Canaco, también expresó inquietud respecto a los posibles efectos del incremento.
“En un sentido positivo, este aumento puede traducirse en un mayor consumo interno, pues los trabajadores tendrían más ingresos para gastar en bienes y servicios, beneficiando al sector terciario”, señaló Díaz de León.
Pero dijo que implicaría un aumento significativo en los costos operativos para las Pymes, que podrían verse obligadas a reducir personal o incluso cerrar.
“Para compensar, algunas empresas podrían optar por subir los precios de sus productos o servicios, lo que afectaría la competitividad de varios sectores”, agregó.