La emoción con la que los aficionados esperan invariablemente la Copa del Mundo para esta nueva edición es distinta, y quizá esto se deba de inicio a los cambios de fecha que tuvo que realizar la FIFA para que pudiera realizarse en Medio Oriente el Mundial, así como a los escándalos de corrupción que para la asignación de la sede a Qatar se dieron al seno de la organización.
Y aunque a diferencia de otras ediciones del Mundial esta continúa sin generar grandes expectativas, también la Copa del Mundo de Qatar será “diferente” debido que sus estadios están cimentados en espectacularidad no solo tecnológica sino económica y a que sus rascacielos dejan sin aliento a cualquiera debido a su imponente majestuosidad, sin dejar de lado la singular vida que algunos de sus millonarios habitantes llevan y que deja sin aliento a propios y extraños.
A tres meses de que inicie, en la FIFA se espera que atrás quede el estigma de que por vez primera se realizará una copa del mundo en un país musulmán. Y también las incontables situaciones denunciadas por las condiciones laborales de los trabajadores migrantes contratados para la edificación de sus estadios, así como los temas de género.