Ahora que el Atlético de San Luis se encuentra a un partido de lograr colarse a la llamada “Fiesta Grande” del fútbol mexicano, las sensaciones de la hinchada potosina están a flor de piel y el apoyo al equipo se ha hecho presente no solo en las calles, sino hasta en el graderío del estadio ahora que la directiva decidió abrir las puertas de inmueble para que los abonados participaran de un entrenamiento del equipo.
Desde el 2019 en que el Atléti Potosino se encontraba aún en el ascenso, la afición sanluisina no ha vivido lo que es una liguilla, aunque remontándonos a la historia de los equipos que han existido en nuestro estado en el máximo circuito, la última liguilla que una escuadra potosina disputó se dio en el Torneo de Clausura 2008 cuando se coló hasta la semifinal y se quedó en esa instancia tras ser derrotado por el Cruz Azul.
De lograr vencer a Santos, podría estar colándose por primera vez a una etapa de liguilla en la Primera División y, -de lograrlo-, incluso podría hasta convertirse en el llamado “caballo negro” de la fiesta grande pues vencer a la escuadra de La Laguna significaría que la contundencia y el gol llegaron nuevamente al equipo que cerró como uno de los mejores visitantes del torneo.