Nombres y experiencias muchas las que hoy ocupan los cargos directivos, administrativos y operativos de la escuadra potosina, aunque en la realidad nada ha cambiado en la operatividad para bien y sí, -por el contrario-, han abultado de manera harto considerable los egresos financieros del club por los altos salarios que perciben los foráneos que llegaron a ocupar esos espacios.
El silencio sepulcral de los nuevos directivos frente a los desmanes acontecidos a las afueras del estadio previo al encuentro contra el América, es una clara muestra del ostracismo en el que García e Incera han permanecido desde su arribo a territorio potosino. Y si bien el incidente que se suscitó al exterior del Coso de Valle Dorado, nada impidió que los rijosos accedieran al inmueble en estado de ebriedad o nublados por alguna sustancia ilegal.
Ni qué decir de la inexplicable e inoperativa modificación que realizaran de los sistemas de acceso al estadio y al área de estacionamiento de los medios de comunicación, misma que ya derivó en el robo de las pertenencias a vehículos de algunos reporteros, lo que habla de la falta de garantías en materia de seguridad para quienes laboran cubriendo al equipo en los días de juego.