No es la primera mujer que asume un cargo importante en nuestro sistema, simplemente en este puesto ya hubo una digna representación femenina en la figura de Belenda González: pero su caso mueve a un interés y simpatía de parte del que escribe por varias razones: Su juventud y formación sólida que pese a esta ha logrado, con la dedicación que se permite más especialmente a quienes están convencidos de una actividad y una misión clara en la vida. Giovanna no estaba buscando una chamba; siempre ha estado inmersa e involucrada de lleno en la protección de los derechos fundamentales y ha trabajado en ello, durante cuatro años como Directora d Equidad y No Discriminación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, De formación originaria como Economista, cuenta con un máster en Administración Pública- una preparación que luego olvidamos debe tenerse acreditada o con experiencia quienes van a dirigir un ente público-; estudios de Políticas Públicas con enfoque en Derechos Humanos; diversos diplomados en materia de Derechos Humanos, Igualdad de Género; Violencia contra las mujeres; Hostigamiento Sexual; Formación de Promotoras de Derechos Humanos; ha escrito en diversas revistas internacionales con temas de inclusión respecto a Personas con Discapacidad y en la Publicación ”Mi Escuela promoviendo la Paz”, en coautoría.
Ciertamente otras damas pueden ser tanto o más preparadas, más jóvenes, etc. Pero de aquí deviene el otro dato interesante de este proceso que aprecio –insisto- muy saludable para la democracia, ya que Giovanna surge de entre otras ocho mujeres que de forma libre y espontánea participaron en un ejercicio en el que la rispidez no permite hablar de imposiciones; el número de rondas de votación que tuvieron que darse para que las deliberaciones que deben ser propias de un Congreso y no escandalizarnos, permitieran finalmente construir un acuerdo.
Una razón más es que no solo se trata de una mujer con carrera específica en el tema de los Derechos Humanos y especialmente en la Inclusión, sino que es alguien que conoce los problemas de la discapacidad porque los ha estudiado y experimentado, sin que haya echado mano de su propia discapacidad para buscar ventaja o piedad de los legisladores; antes bien hubo de enfrentar en esta empresa maledicencias y actitudes que de alguna forma significan violencia política contra la mujer y los discapacitados, sin quejarse ni apachurrarse, sin renunciar a su objetivo con actitud digna y tolerante.
Creo que el ejercicio al que hemos concurrido en esta ocasión resulta esperanzador y muestra como se concitaron esfuerzos de diversos actores y fuerzas políticas evadidos de la tradición y mala costumbre de lograr acuerdos con una sola firma, la del Ejecutivo Estatal, quien a su vez mostró de nuevo paciencia y auto control para no intervenir, ni interferir. Este proceso vale la pena y ojalá así se sigan dando los subsecuentes.
Por lo pronto, la cantidad y encono de la participación que se circunscribió a las damas sin que se haya obstaculizado la posible intervención de hombres interesados, me hizo pensar en aquellas historietas que lamentablemente ya no se publican y que se llamaban Joyas de la Mitología, especialmente los que hablaban de Guerreras heroicas que salvaban a sus pueblos de gigantes, hechiceros y hasta enanos como en la mitología Celta, donde aquella diosa guerrera “Morrigan” a quienes las mujeres de esos pueblos imitaban esgrimiendo Teas, armas, utensilios de todo tipo y reemplazando al hombre caído en la lucha hasta lograr la victoria. Hoy aquí ya vivimos reacciones contra la dominación-la nuestra- solo que no nos damos cuenta. Entendamos la rabia y la inconformidad…no la provoquemos.