Lo que ha sido criticado por ociosos, energúmenos, ingenuos y actores de diversos y contrapuestos colores e ideas, incluso de su partido como Noroña, en lo que llaman observación técnica sobre la construcción de la idea que juzgan contradictoria pues se argumenta que no se puede regresar a lo que es nuevo.
Creo que más que la intención de acuñar un concepto a su ya folclórico inventario, la intención que bien entienden los que quieren hacerlo es marcar la necesidad de ir adaptándonos a condiciones de vida diferentes en lo social, en lo económico, científico, biológico y político; no es una invención ni ocurrencia, sino la necesidad de llamar a todos al entendimiento y aceptación de que las cosas no serán iguales a partir de ahora, ni siquiera si se llegara a erradicar al COVID 19, pues en efecto reportes científicos adelantan que cada vez serán más y muy agresivos y poderosos los virus y con ellos…mayores problemas. No tenemos que ser profetas, simplemente debemos razonarlo.
En ese ejercicio de reflexión que en "Retruécanos" de la semana pasada iniciamos con el nombre de "FIN DE LA PANDEMIA O EL REGRESO A ÍTACA", acudí a la historia y a momentos en que las épocas han registrado nuevas definiciones en el requerimiento humano de marcar nuevas actualidades que describan las circunstancias de tiempo y entorno económico, social y político por el que se transita o se ha arribado; la necesidad de ubicarnos y explicarnos lo que sucede. Podemos hablar del mundo o Edad Antigua, la Edad Media, el Renacimiento, la Edad o Era Moderna, desencadenada por el descubrimiento de América que llevaba implícito en el mismo viaje de Colón, la idea nueva de que el mundo no era plano sino redondo y que trajo como efectos un cambio en la Economía Europea, la que accedió no a mano barata sino gratuita al hacerse de esclavos que permitieron el enriquecimiento, el mayor comercio, nuevas ideas de organización política y social.
Zygmunt Bauman, sociólogo Polaco fallecido en 2017 a los 91 años, acuñó los conceptos de "modernidad líquida", "sociedad líquida" y "amor líquido" para definir el actual momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido, dando paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y con frecuencia, agotador. Creía que la Modernidad surgió después del Terremoto de Lisboa en 1755, seguido de un gran incendio y luego de un gigantesco Tsunami que destruyó todo, principalmente la idea de que Dios había creado todo y había puesto leyes hasta para la misma naturaleza, pero que ya no se podía confiar en ella y había que poner al mundo bajo la administración humana. Reemplazar lo que hay por lo que puedes diseñar. Rousseau, Voltaire y Holbach decidieron que el mundo no funcionaba y que había que fundirlo y rehacerlo de nuevo en el molde de la racionalidad. La diferencia con el mundo de hoy es que no lo hacían porque no les gustara lo sólido, sino al revés, porque creían que el régimen que había no era suficientemente sólido.
Creo que hay una similitud de cambio de Era, Edad o Época, marcada también por un fenómeno de alcances globales mayor que el terremoto de Lisboa: La Pandemia del Coronavirus dará paso a un cambio en la percepción del mundo pese a la resistencia de las minorías más privilegiadas y de una clase media cada vez más angosta y decepcionada de que aún esforzándose no encuentra estabilidad; y qué decir del enorme y cada vez más creciente número de personas en la pobreza leve, media y extrema ¿Solo estamos aquí para consumir? ¿Cuál es nuestra identidad? No la encontramos y la vulnerabilidad que percibimos debe cambiar nuestra arrogancia y la indiferencia para adaptarnos a la "NUEVA NORMALIDAD" y que mientras más pronto comprendamos mejor podremos enfrentar.