Iván Archivaldo Guzmán, hijo del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, continúa burlando a las autoridades mexicanas mediante una estructura de protección que incluye túneles secretos, redes de informantes y escoltas armados, según un reportaje publicado por The Wall Street Journal.
De acuerdo con el medio estadounidense, un reciente operativo en Culiacán fracasó cuando fuerzas federales irrumpieron en una casa de seguridad, de la cual Guzmán escapó a través de un túnel oculto en un baño. El pasadizo subterráneo, que conectaba con una vivienda deshabitada tres cuadras más adelante, le permitió eludir la captura una vez más.
En el lugar, el capo dejó atrás al menos 15 teléfonos móviles, laptops, fotografías familiares y objetos personales, entre ellos recuerdos deportivos, reveló un funcionario mexicano consultado por el periódico.
HEREDERO DEL CÁRTEL Y PRINCIPAL TRAFICANTE DE FENTANILO
Tras la recaptura de su padre en 2016, Archivaldo asumió el control de una facción del Cártel de Sinaloa, fortaleciéndose como uno de los principales operadores del tráfico de fentanilo a nivel global. El Departamento de Justicia de Estados Unidos lo identifica como uno de los mayores distribuidores de esta sustancia sintética, y ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca a su arresto.
“El hijo del ‘Chapo’ es considerado por fiscales estadounidenses como uno de los más violentos líderes de la nueva generación de ‘narcojuniors’”, apunta el Wall Street Journal, refiriéndose a jóvenes capos que han escalado al poder mediante una mezcla de brutalidad e influencia local.
El artículo también recuerda que en 2019, Iván Archivaldo fue quien movilizó a cientos de sicarios en Culiacán para obligar al ejército mexicano a liberar a su hermano Ovidio Guzmán, en un episodio que evidenció el poder del cártel frente al Estado.
PRESIÓN SOBRE EL GOBIERNO MEXICANO Y CONTROL LOCAL
La publicación también menciona la presión constante del Gobierno de Estados Unidos sobre la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum para que capture al narcotraficante. Incluso señala que el expresidente Donald Trump ha sugerido permitir el ingreso de fuerzas militares estadounidenses en territorio mexicano para enfrentar directamente a los cárteles.
Pese a ello, Guzmán mantiene una sólida red de protección en Culiacán, con grupos de sicarios que le brindan seguridad y una extensa red de informantes que le notifican cualquier movimiento de las autoridades. “Todos, desde los vendedores de tamales hasta los limpiaparabrisas, son los ojos de Guzmán”, cita el WSJ, en alusión a la influencia social que conserva en la capital sinaloense.
La evasión persistente de Iván Archivaldo Guzmán refleja las profundas raíces del Cártel de Sinaloa en su territorio y los enormes desafíos que enfrenta el Estado mexicano para desarticular estas organizaciones criminales.