ROMA.– El Papa Francisco fue dado de alta este domingo del Hospital Gemelli de Roma, tras permanecer internado durante cinco semanas debido a una grave neumonía. El Santo Padre, de 88 años, hizo su primera aparición pública desde el pasado 14 de febrero, saludando desde un balcón del hospital minutos antes de abandonar el lugar en silla de ruedas.
UNA LARGA CONVALECENCIA POR UNA NEUMONÍA SEVERA
Francisco fue ingresado el 14 de febrero con una infección respiratoria que, según informaron fuentes médicas, representó la crisis de salud más severa desde el inicio de su pontificado en 2013. Durante su hospitalización, el Papa recibió oxígeno de forma constante y, aunque en su aparición del domingo respiraba por sus propios medios, se le observó aún conectado a una pequeña cánula nasal.
Tras ser dado de alta poco después del mediodía, el vehículo que transportaba al Pontífice partió acompañado por una caravana policial hacia la Basílica de Santa María la Mayor, un lugar de especial devoción para él. Luego de una breve visita, retornó al Vaticano, donde deberá guardar reposo por al menos dos meses más, de acuerdo con las indicaciones médicas.
UNA BREVE PERO EMOTIVA APARICIÓN
Antes de salir del hospital, Francisco se mostró unos instantes ante la multitud congregada en el exterior. Sonriente pero visiblemente debilitado, saludó con la mano y agradeció a uno de los presentes que le ofreció flores amarillas. Su rostro lucía hinchado y su voz era débil, pero se esforzó por comunicarse brevemente con los fieles que lo aclamaban al grito de “¡Francisco, Francisco!”.
Durante su convalecencia, el Pontífice solo había sido visto públicamente en una fotografía difundida por el Vaticano la semana pasada, donde se lo veía orando en la capilla del hospital.
UN MENSAJE LLENO DE REFLEXIÓN Y GRATITUD
Si bien no ofreció su tradicional oración dominical desde la Plaza de San Pedro, como es costumbre, el Vaticano difundió un mensaje preparado por el Papa, en el que expresó su gratitud y reflexionó sobre el tiempo de enfermedad:
“En este largo período de hospitalización, he tenido la oportunidad de experimentar la paciencia del Señor, que también veo reflejada en el cuidado incansable de los médicos y trabajadores sanitarios, así como en la devoción y las esperanzas de las familias de los enfermos”, decía el texto.
Con su salud aún frágil, Francisco inicia ahora una nueva etapa de recuperación, en la intimidad del Vaticano, bajo la vigilancia constante de sus médicos.
