La zona metropolitana de San Luis Potosí enfrenta un crecimiento urbano descontrolado que requiere una reconfiguración urgente y la actualización de los planes de desarrollo municipal de cada ayuntamiento involucrado, advirtió Benjamín Alva Fuentes, urbanista y académico de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Explicó que el crecimiento hacia la zona norte de la capital y el desarrollo inmobiliario e industrial concentrado en torno a la carretera 57, han generado una fuerte presión sobre la infraestructura vial, lo que provoca constantes problemas de tráfico y movilidad.
Con la reciente creación del municipio de Villa de Pozos, esta demarcación tiene el potencial de convertirse en un nuevo centro metropolitano, debido a su ubicación estratégica y la disponibilidad de suelo para nuevos desarrollos.
SE AGOTA EL SUELO
Sobre la capital potosina, Alva Fuentes señaló que la disponibilidad de suelo es cada vez más reducida, por lo que la apuesta obligada es el desarrollo vertical y un proceso de reordenamiento urbano.
Destacó que, tras la creación del área natural protegida de la Sierra de San Miguelito, quedó completamente restringida la expansión hacia esa zona.
En el caso de la delegación de La Pila, explicó que cuenta con “aptitud de suelo” tanto para desarrollos urbanos como industriales, especialmente en la zona centro de la delegación y en dirección a Villa de Reyes, así como a lo largo de las carreteras 80 y 37.
Subrayó que existe normativa aprobada para nuevas construcciones, lo que facilita el crecimiento ordenado.
Sin embargo, advirtió que la expansión hacia Escalerillas enfrenta un freno considerable, debido a la falta de actualización de los programas de desarrollo urbano.
“No existe aptitud actualizada ni autorizada por el Ayuntamiento para zonas como Colonia Insurgentes, Mesa de Conejos y Escalerillas, hasta la presa de San José Buenavista, que colinda con Capulines”, precisó.
Subrayó que para que esa zona pueda crecer, es indispensable actualizar el Plan de Centro de Población.
Otras zonas estratégicas, como Maravillas, el Periférico, Estanzuela y los alrededores del Aeropuerto Internacional Ponciano Arriaga, tampoco tienen aptitud actualizada para urbanización, lo que limita su potencial de desarrollo.
En el caso del aeropuerto, solo el corredor comercial al frente tiene vocación para desarrollo, mientras que la parte trasera está restringida por la falta de actualización normativa.
INCERTIDUMBRE JURÍDICA EN BOCAS
Alva Fuentes explicó que la delegación de Bocas enfrenta un panorama aún más complicado, ya que no cuenta con un programa de desarrollo urbano y además sufre incertidumbre jurídica.
“Es una zona con potencial para urbanizarse, pero enfrenta dos limitantes: no tiene análisis de ordenamiento territorial y hay un grave problema de certeza jurídica, con predios de múltiples dueños y propiedades sin registro en Catastro”, detalló.
SANTA MARÍA, VIABLE
Sobre Santa María del Río, reconoció que, aunque no forma parte estricta de la zona metropolitana, ha registrado un crecimiento importante tanto en urbanización como en actividad industrial. Sin embargo, este crecimiento carece de orden y no se apega a la normativa vigente, lo que se refleja en el incremento del tráfico sobre la carretera 57, donde el desarrollo urbano desordenado está saturando la vialidad.
El urbanista sugirió que, dada la dimensión actual de la zona metropolitana, es urgente la creación de una vialidad alterna que conecte de manera eficiente Santa María del Río con la zona industrial y el resto de la zona metropolitana, evitando el tránsito obligado por la carretera 57.
“Una vía alterna de esta magnitud reduciría significativamente la presión sobre la carretera 57 y facilitaría una conectividad ordenada con Santa María del Río”, concluyó.