El Secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, informó que la decisión de entregar a 29 narcotraficantes requeridos por la justicia de Estados Unidos obedeció a la existencia de un riesgo real de que algunos de ellos fueran liberados en México o que sus procesos de extradición continuaran enfrentando dilaciones.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), García Harfuch explicó que el traslado fue resultado de la coordinación directa con el Gobierno estadounidense.
“El Gabinete de Seguridad cuenta con información que advertía un alto riesgo de que varios de estos objetivos, solicitados formalmente por el Gobierno de Estados Unidos, fueran liberados o que sus procesos se siguieran retrasando debido a acuerdos con algunos jueces que pretendían favorecerlos, como ha ocurrido en el pasado durante muchos años”, declaró el funcionario.
El día de ayer, el Gobierno de México concretó el traslado de los 29 narcotraficantes, entre quienes destaca Rafael Caro Quintero, reclamado desde hace cuatro décadas por el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
García Harfuch subrayó que los detenidos cometieron crímenes de extrema gravedad en territorio mexicano, entre ellos extorsión, secuestro, homicidio y ataques armados contra autoridades de los tres órdenes de gobierno, lo que los convirtió en generadores clave de violencia al servicio de organizaciones criminales de alto impacto.
AMPLIO DESPLIEGUE DE SEGURIDAD
El operativo de traslado involucró a 3 mil 512 elementos de seguridad, 342 vehículos y 20 aeronaves pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad, Centro Nacional de Inteligencia y la Fiscalía General de la República, a través de la Agencia de Investigación Criminal.
Algunos de los delincuentes trasladados habían sido solicitados por las autoridades estadounidenses desde hace más de 40 años.
“En el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad, con el objetivo de reducir la violencia, combatir la impunidad y garantizar la seguridad nacional, se concretó este traslado bajo los principios de cooperación, respeto a la soberanía y reciprocidad internacional con el Gobierno de Estados Unidos”, detalló el Secretario.
DECISIÓN DEL GABINETE DE SEGURIDAD
Cuestionado sobre el papel de la presidenta Claudia Sheinbaum en la decisión, García Harfuch aclaró que la determinación fue tomada de manera colegiada por el Gabinete de Seguridad, sin intervención directa de la mandataria.
“Los principales beneficiados con esta entrega son los ciudadanos mexicanos. Es un acto de justicia”, afirmó.
TRASLADO INÉDITO EN MEDIO DE TENSIONES DIPLOMÁTICAS
La entrega de los capos ocurrió horas antes de una reunión clave en Washington entre integrantes del Gabinete de Seguridad de México y el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, donde se abordaría la amenaza de imponer aranceles a productos mexicanos ante la supuesta falta de acciones contundentes contra el narcotráfico.
La transferencia de estos líderes criminales, entre quienes se encuentran Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como “Z-40” y “Z-42”, exlíderes de Los Zetas, se llevó a cabo al margen de los procesos de extradición que cada uno enfrentaba en México.
Además de Los Zetas, los delincuentes entregados pertenecen a cárteles como el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste, La Nueva Familia Michoacana y el Cártel del Golfo, organizaciones que recientemente fueron designadas como terroristas por la Administración de Donald Trump.
TRÁFICO Y VIOLENCIA TRANSNACIONAL
Entre los delitos por los que son requeridos se encuentran el tráfico de grandes cantidades de cocaína, metanfetamina, fentanilo y heroína hacia Estados Unidos, así como la ejecución de actos de violencia relacionados con el control y distribución de drogas.
Figuran en la lista de extraditados Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, operador financiero y logístico del CJNG; Erick Valencia Salazar, “El 85”, líder de “Los Matazetas”; José Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango Méndez”, fundador de La Familia Michoacana; y José Alberto García Vilano, conocido como “La Kena”, cabecilla del grupo de Los Ciclones.
