La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma constitucional que pospone hasta el año 2030 la prohibición expresa del nepotismo en cargos de elección popular. El dictamen fue avalado por unanimidad, con 477 votos a favor, pese a los reclamos de las bancadas de oposición, que exigieron no solo regresar la prohibición al año 2027, como lo había planteado originalmente la presidenta Claudia Sheinbaum, sino también ampliar el alcance de la medida para incluir al Poder Judicial y otros niveles de gobierno.
LA OPOSICIÓN DEMANDA AMPLIAR LA REFORMA
Ivonne Ortega, coordinadora de Movimiento Ciudadano, rechazó el aplazamiento de la prohibición y subrayó la urgencia de extender la medida a todos los niveles de gobierno. Señaló que el nepotismo no es exclusivo del ámbito federal, sino que también está presente en congresos locales, municipios y en los poderes judiciales estatales.
“Morena logró aplazar la erradicación del nepotismo porque tiene entre sus filas a senadores y políticos que creen que les están cuidando la silla para heredarles el cargo”, denunció Ortega, al tiempo que reveló que, en algunos casos, los partidos utilizan las cuotas de género para obligar a mujeres de ciertas familias a postularse, con el único fin de preservar el control político.
En el mismo sentido, el diputado emecista Gibrán Ramírez acusó a la mayoría legislativa de condicionar su apoyo a la presidenta Sheinbaum, en lo que calificó como la primera gran iniciativa presentada directamente por la mandataria, fuera de la agenda heredada del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
“Le van a entregar esto como regalo del 8M”, ironizó Ramírez, al tiempo que recordó que Morena ya contempla la prohibición del nepotismo en sus propios estatutos desde su fundación, aunque dicha norma jamás ha sido respetada.
CRÍTICAS DESDE EL PAN Y EL PRI
La diputada panista Paulina Rubio calificó la reforma como una simulación y lamentó que, en comisiones, Morena rechazara discutir las propuestas de su bancada, entre ellas la prohibición para que hijos de expresidentes puedan postularse al mismo cargo hasta pasados diez años, así como la prohibición de adjudicaciones directas a familiares de servidores públicos.
Rubio advirtió que el nepotismo no se limita a cargos de elección popular, como establece la reforma, sino que permea en toda la estructura gubernamental, a todos los niveles y en diversas áreas administrativas.
“Mientras presumen que la presidenta se ha puesto firme frente a gobiernos extranjeros, hoy le dan la espalda y no le otorgan la mayoría para aprobar la reforma tal como ella la envió. ¿Qué clase de firmeza es esa, cuando ni siquiera puede controlar a su propia bancada?”, cuestionó.
Por su parte, la priista Abigail Arredondo consideró insuficiente la reforma al dejar fuera al Poder Judicial, pese a que el supuesto nepotismo en ese ámbito fue uno de los principales argumentos esgrimidos por el oficialismo para justificar la reforma judicial en curso.
Arredondo advirtió que el nepotismo no se concentra únicamente en la cúspide de las estructuras gubernamentales, sino que atraviesa todos sus niveles, con familias que controlan áreas enteras, sin necesidad de que sus integrantes ocupen cargos titulares o de elección popular.
“Más allá del nepotismo electoral, debemos erradicar la ‘nepocracia’: la práctica de ciertos actores políticos de colocar y rotar a sus allegados en puestos clave, creando verdaderos feudos familiares en la administración pública”, sentenció.
MORENA DEFIENDE LA REFORMA
El morenista Víctor Hugo Lobo defendió la reforma al calificarla como histórica, al incorporar por primera vez la prohibición del nepotismo en la Constitución.
“Esta reforma garantiza que ninguna persona podrá participar en procesos electorales si mantiene una relación familiar con el titular de un cargo de elección popular. Con esto evitamos el abuso de poder y el tráfico de influencias, al impedir la herencia de posiciones políticas entre familiares”, sostuvo el legislador oficialista.
Pese a las críticas de la oposición y al debate interno en Morena, la reforma avanzó y quedó lista para su discusión y eventual ratificación en el Senado de la República.