El diputado local Edmundo Torrescano Medina, luego de que anunció su renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo en entrevista con Exprés que este partido tendrá en San Luis Potosí una “muerte lenta”.
Deploró el trabajo de la dirigencia estatal de ese partido y argumentó que esa institución perdió su esencia.
Al momento de su decisión, Torrescano enfrentaba un proceso de expulsión, el cual calificó como una burda venganza por ser una voz opositora.
En entrevista compartió que esa acción en su contra surgió desde la Comisión Nacional de Justicia Partidaria y fue promovida por un personaje cercano a Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del tricolor.
“Por eso decido mejor renunciar”, explicó.
MUERTE LENTA EN EL PRI
Ante la serie de conflictos y roces que ha tenido el tricolor en los últimos meses tanto a nivel nacional como local, el diputado local fue claro y puntual al señalar que el PRI enfrenta una “muerte lenta”.
“Así será mientras siga siendo secuestrado”, dijo.
Agregó que, tras su salida del partido, podrían darse otras renuncias que algunos militantes preparan.
“Cuando tratamos de competir por la dirigencia nos dimos cuenta de que en la burocracia partidista lo más complicado de conseguir es el respaldo de los Comités Directivos Municipales y nosotros en un solo día pudimos obtener este apoyo”.
“Desde que anuncié mi salida, he recibido muchas muestras de solidaridad que reconozco y agradezco mucho. Algunos comentan que van a hacer lo propio; yo creo que esa es una valoración muy personal de sus condiciones en el partido y si, bajo esa premisa, deciden o no continuar en sus filas”, puntualizó.
Sobre su futuro político, compartió que “tiene un contrato” hasta el 13 de septiembre, fecha en la que terminará su periodo como diputado local, aunque adelantó que ya ha recibido invitaciones para sumarse a otros proyectos políticos.
DEMOCRACIA INTERNA NO EXISTE
Torrescano considera que el principio del fin de su militancia fue en septiembre de 2023, cuando intentó participar para buscar la dirigencia estatal del Revolucionario Institucional, mediante un proceso abierto. Recibió como respuesta, de un personaje tricolor: “el PRI no está para ser demócrata”.
“Me lo dijeron textualmente”, comentó.
“Pese a ello seguimos la cadena impugnativa. Nuestra primera instancia fue la Comisión Nacional de Justicia del partido, la cual no nos dio la razón. Seguimos con el Tribunal Estatal Electoral, donde sí nos la dan, pero luego la Sala Monterrey dijo que no, por un tecnicismo”, compartió.
Después de que la actual dirigencia quedara firme, dijo, no fue integrado a las labores partidarias de la misma manera.
“Nunca entendí si se trataba de recelo o consideraciones personales. Nunca fui invitado, pese a que podía hacer trabajo en pro del partido. En la campaña estuve apoyando a varios candidatos, pero no lo preveíamos. El proceso de expulsión se da en los preparativos de la asamblea que tendríamos el 7 de julio”, explicó.
La notificación de su proceso de expulsión venía acompañada de una serie de publicaciones en las que él declaraba su inconformidad desde el proceso de la renovación de la dirigencia estatal, y en las que también hace comentarios sobre la salida de Miguel Ángel Osorio Chong.
“Yo comenté que debíamos ser críticos pues la salida de perfiles como él (Osorio Chong) lastimaban al partido, y entonces consideran que mi punto de vista atentaba contra la unidad, pero yo no lo veo así”.
“Y en un partido político que se diga demócrata, la diversidad de ideas debe ser una oportunidad, no merecer un escrutinio ni ser una justificación para expulsar a quienes no concuerdan con la dirigencia actual”, señaló.
Agregó que muchos militantes se fueron al momento en que se designaron las candidaturas, pero no él, y no hubo una crítica de su parte a las decisiones que se tomaron para la elección de candidatos.
“Y es justo en el momento en que posiblemente se tendrían que generar las condiciones para los cambios de dirigencias, cuando buscan congelarme. Si la expulsión se concretaba, quedaría inhabilitado, aunque probablemente pude haber ganado el caso en los tribunales electorales, pero en el momento crucial estaría congelado y sin poder participar”, dijo.
En este punto de la entrevista, Edmundo Torrescano Medina recordó que decidió unirse a la militancia tricolor porque considera que este fue el partido que formó a las instituciones y fue capaz de generar procesos democráticos en momentos críticos.
“Colosio fue un gran precursor de la democracia al interior del partido, creyó en la apertura a las bases y el reconocimiento al trabajo partidario, ahora es lo contrario”, comentó.
También explicó que, en el último proceso electoral, ningún regidor de representación proporcional fue propuesto a nivel local, sino que, en esta ocasión, se dio desde el Consejo Político Nacional.
“Es un ejercicio que refleja el centralismo que se está estableciendo en el partido y también hubo de manera reciente una reforma estatutaria que quitó el candado para que un priista pasara de un cargo vía plurinominal a otro. Sin hacer mucho ruido, Alejandro Moreno modificó esos estatutos con el respaldo de muchos de nosotros que no nos dimos cuenta de que lo que estaba haciendo era únicamente para su beneficio personal”, señaló.
OPOSICIÓN, PULVERIZADA
Para Edmundo Torrescano Medina, el momento por el que pasa la oposición en México es delicado y es dañino lo que está ocurriendo al interior de partidos como el PRI.
“Después de la debacle del 2 de junio, lo que cualquiera hubiera pensado que un partido iba a hacer era reconstruirse, hacer un llamado a la unidad, a la suma de las voluntades, a buscar por qué hubo fallas, ver los errores cometidos y hacer una enmienda inmediata”, dijo.
Pero no, en el caso del PRI la dirigencia nacional y local siguió agrediendo a los actores incómodos, por eso es mejor salir.
“Esto -agregó- es una muestra clara del mal rumbo que tomará el partido”, finalizó.
