Extasiado, así como un niño pequeño que se encuentra dentro de la juguetería más grande del mundo sin saber qué juguete elegir, así es como Ronaldinho vio transcurrir la Décima Ceremonia de Investidura del Fútbol Nacional e Internacional en la que fue entronizado.
Sonriente, volteando una y otra vez a admirar incrédulo a las figuras de talla mundial sentadas a su alrededor como Hristro Stoichkov o Mario Kempes, Ronaldinho disfrutó de la ceremonia y se fascinó de la extraordinaria voz de Lucero Mijares, quien junto a su padre interpretó canciones como “Cuando un amigo se va”, “El privilegio de amar” y “Solo le pido a Dios”.
Conmovido hasta las lágrimas, al momento de dar su discurso de agradecimiento tras ser Investido, Ronaldinho confesó que ni en su mejor sueño pudo haber imaginado pasar por estar rodeado de tantas leyendas; además, honesto confesó que siempre soñó con conquistar títulos, con hacer jugadas y anotar goles, pero pasar por ser incluido entre los inmortales del fútbol mundial nunca lo imaginó.
Quienes con su presencia dieron la nota, fueron también Emilio Azcárraga Jean, el Presidente del Consejo de Administración de Televisa y dueño de las Águilas del América, así como Amauri Vergara, el dueño de las Chivas, y es que ninguno de los dos había asistido antes ni a la comida ni a la ceremonia.