El 7 de octubre de 2008 fueron descubiertos los restos de un meteorito que explotó a una altura de 37 kilómetros, sobre el desierto de Nubia en el norte de Sudán. Casi una década más tarde, científicos de la Escuela Politécnica Federal de la ciudad suiza de Lausana concluyeron que esta roca especial formaba parte de un "planeta perdido" que existió en los albores del Sistema Solar.