La alborada no solo indica el paso de la noche al día: es también un símbolo de renovación y de esperanza, como un nuevo comienzo.
La alborada es también un género musical tradicionalmente interpretado al amanecer, cuyo origen se encuentra en las celebraciones populares de Europa, donde tenía un papel ceremonial.
La música de alborada, comúnmente tocada con instrumentos de viento y percusión, era utilizada para dar la bienvenida al nuevo día en festividades, tanto religiosas como seculares. Estas composiciones suelen tener un ritmo alegre, reflejando la energía del inicio del día y despertando los sentidos con sus sonidos festivos.
La alborada continúa teniendo un papel importante en festividades rurales, donde su ejecución simboliza renovación y esperanza. La naturaleza rítmica de estas piezas despierta a la comunidad, invitándola a unirse en celebración del inicio de un nuevo día.