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Opinión Alpiste Político
CLAUDIA Y XÓCHITL, EXPUESTAS A LA INSEGURIDAD COMO COLOSIO
11/02/24 | 11:49 | Por: Miguel Ángel Guerrero
Ahora que el tema del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fuera candidato presidencial del PRI aquel 23 de marzo de 1994, saltó a la discusión nacional por la petición de su hijo al presidente AMLO en el sentido de que le concediera el indulto para el asesino confeso de su padre, Mario Aburto, preso en un penal de alta seguridad, lo que el presidente descartó atender por no estar dentro de su ámbito de facultades.
Como se recuerda, una de las teorías sobre los autores intelectuales del magnicidio fue que lo relacionaban con la ya floreciente narco delincuencia de entonces que ya se empezaba a adueñar del país; nunca se comprobó, pero tampoco se desechó. 

Como se documentó y aún se transmitió por televisión, el crimen lo facilitó la multitud que abarrotó la colonia de Lomas Taurinas de la ciudad de Tijuana por lo que Aburto pudo acercarse a Colosio al terminar el mitin que había encabezado y dispararle a bocajarro en la cabeza para causarle la muerte lo que no pudo impedir la escolta del candidato, aunque sí logró detener al asesino.

En función de las circunstancias que rodearon la muerte del excandidato presidencial es por lo que han germinado temores por la integridad física de las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez dado la incontenible violencia que azota a México y los cuantiosísimos intereses que tienen en juego los grupos del crimen organizado. 

Los temores los han despertado en no pocos potosinos la tremenda facilidad, por ejemplo, con que cualquier persona se puede acercar a ellas, con el pretexto de tomarse una “selfie” o simplemente saludarla, como se vio en las visitas que ambas han hecho al territorio potosino o que el ingreso a los sitios donde llevan a cabo actos de precampaña es totalmente libre y sin una vigilancia evidente.

Esta circunstancia contrasta enormemente con el blindaje que protegía a los candidatos presidenciales de antaño a los que ni como reportero podía uno acercarse a ellos. 

Así entonces, y como nunca se pudo comprobar que Aburto actuó por consigna del crimen organizado tampoco se descartó totalmente la posibilidad de que sí lo hizo.

Al confirmarse la muerte del sonorense le siguió la turbulencia política por la incógnita de quién lo supliría en la candidatura para lo que estaban apuntados personajes que la habían buscado como Manuel Camacho Solís, Ernesto Zedillo, quien a la postre sería el nuevo candidato, así como Fernando Ortiz Arana. Fue en esta etapa cuando se empezó a ver al presidente de la época Carlos Salinas de Gortari como posible autor intelectual del crimen con el fin de mantenerse como el poder tras el trono como ahora muchos creen que es la aspiración de AMLO.

Los temores por la seguridad de las candidatas presidenciales en cierto modo están fundados y los alienta la facilidad con que el crimen organizado puede actuar violentamente en cualquier lugar del país al igual que las muertes violentas de varios candidatos a cargos de elección que se han dado en algunos estados lo que bien debería de alertar a los equipos de seguridad de Claudia y Xóchitl pues no está por demás pecar de exagerados que luego lamentar una desgracia. 

ALPISTEANDO 

El acto de registro de Enrique Galindo Ceballos como candidato de la coalición PRI, PAN y PRD trajo a la memoria de todos los asistentes las estampas de la época dorada del priismo potosino en las que todos los tricolores cerraban filas en torno al candidato y en la sede del partido no cabía ni un alfiler y todo eran sonrisas y abrazos; como nadie más se registró para competir con EGC por la estafeta es el seguro candidato a la reelección, lo que confía lograr por su elevado nivel de reconocimiento entre los capitalinos merced a su estrategia de andar a pie en las colonias de la ciudad y a su táctica de dejar que quien quiera hablar personalmente con él pueda acercarse sin problemas. 
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