es obvio que los aspirantes que tengan cierta cercanía con él o con los miembros de su equipo capaces de influir en su toma de decisiones, tendrán mayores posibilidades de alcanzar la estafeta para participar en la carrera al palacio de gobierno del próximo año con los colores del partido en el poder presidencial.
Ya se sabe que el grupo de los que buscan la candidatura morenista lo integran algunos como el delegado de AMLO, Gabino Morales Mendoza, que maneja los fondos destinados a programas sociales.
Otro aspirante considerado con amplias posibilidades de ser el candidato es el hoy magistrado Juan Ramiro Robledo Ruiz, quien trabó una buena relación amistosa con López Obrador cuando buscó la presidencia por el PRD, sin contar que, por lo mismo, mantiene amistad con algunos miembros del círculo cercano del presidente.
Otro de este grupo que se ha mencionado es el notario Leonel Serrato, también delegado regional del presidente, sin mayor vínculo con él o con alguien influyente del primer círculo, aunque se le ha incluido en esta batería de aspirantes gubernamentales más por su habilidad y méritos políticos.
Está igualmente con un buen margen de ventaja en lo que a cercanía con AMLO se refiere, el secretario federal de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, quien no reside en SLP y su carrera política la ha hecho en la hoy CDMX, aunque, claro que por el cargo la gente de aquí ya sabe de quien se trata. El funcionario tiene la calidad legal de potosino, pues sus ancestros son originarios de la entidad.
Sin embargo, hay un personaje que en un momento dado podría convertirse en el "caballo negro" del grupo de aspirantes morenistas, quien pese a no ser militante de ese partido podría ser la solución de López Obrador para la candidatura, como es el empresario Miguel Valladares García, toda vez que desde hace varios años guarda una estrecha amistad con uno de los hombres más influyentes en la figura presidencial, el líder de la bancada senatorial de Morena, Ricardo Monreal, quien ya en una ocasión frente a varias personas, siendo gobernador de Zacatecas, le animaba a que se aventara a buscar la candidatura a gobernador de SLP del PRI en alianza con el PRD.
Dicha propuesta se la planteó el zacatecano en un cena que le ofreció Valladares a Monreal en su residencia varios meses antes de que se definiera la sucesión del entonces gobernador Fernando Silva Nieto, a la que el autor de esta columna fue invitado.
Expresado el planteamiento en voz alta, con mucho sentido el empresario lo dejó pasar sin comentarios de ninguna índole, pero el episodio bien ilustra el concepto en que tiene el zacatecano a MIguel Valladares, quien sin alianzas estuvo a punto de ser candidato en aquel tormentoso incidente durante el proceso de sucesión de Silva Nieto, que se vio marcado por un conflicto del priismo potosino con el entonces líder nacional tricolor, Roberto Madrazo.
En el enredo se vio involucrado también Juan Ramiro Robledo, que abandonó el PRI; el beneficiario de la candidatura tricolor fue el extinto empresario y político, Luis García Julián, quien compitió contra el panista Marcelo de los Santos Fraga y perdió la elección.
Así, Miguel Valladares vuelve a ser mencionado como aspirante a gobernador, pero hasta el momento él no ha dicho una sola palabra, como tampoco ha mostrado intenciones de afiliarse a Morena.
Pero al correr la versión de su cercanía y amistad con Ricardo Monreal ya empezó a despertar el interés del sector empresarial ese proyecto, al ver a uno de los suyos con posibilidades de ser el candidato de AMLO y como una buena opción si es que Valladares se anima a buscar entrarle a la contienda.