Equipos profesionales con valor de miles de dólares fueron quemados este fin de semana por el régimen Talibán en la provincia de Herat, luego de las restricciones impuestas desde 2021 que prohíben la interpretación de piezas en vivo.
Círculos de artistas y profesionales de la música han calificado esta acción como un “genocidio cultural”. Muchos de estos instrumentos fueron incautados en celebraciones de bodas.